Capitulo XL

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— ¿Pero qué carajos? —chillo Sharpey con los ojos como platos. No podía creer ni por un segundo lo que sus ojos veían.

El estómago se le revolvió al ver esa escena tan repulsiva, Mara y Nicolás estaban a punto de...

— ¿Acaso no te enseñaron a golpear la puerta? —preguntó Nicolás de mala manera. En ese punto quería sacar a esa chica de su casa y volver a lo que estaba.

— ¿Y a vos no te enseñaron que es la fidelidad? —escupió con bronca.

—Tu y yo cortamos nena. —dijo Nick abriendo nuevamente la puerta para que se fuera, pero de ninguna manera esa chica de pelo rosa iba a dejar a su chico con esa arpía roba novios.

—Tu... —dijo señalando a Mara con un dedo acusador. —Con esa carita de mosquita muerta querías a mi hombre. —debí imaginarme. —avanzó hacia la rubia, pero Nicolás se interpuso.

Mara no estaba sorprendida para nada, se imaginaba que algún día iba a pasar, aunque no esas circunstancias. La rubia se apresuró a colocarse su blusa haciendo caso omiso al insulto de Sharpey.

—Es mejor que te vayas. —le dijo Nick mirando desafiante a esa mujer que escupía fuego por los ojos.

Pero lo que no sabía era que Sharpey tenía una bomba de noticia que estaba dispuesta a arrojarla ahí frente la estúpida que se quiso acostar con su novio y así se encargaría de alejarla para siempre. Si había algo que la peli rosa sabía de Mara, era lo buena persona que era y nunca haría nada para alejar a ese bebé de su padre.

—La que se tiene que ir es ella. —dijo poniendo una mano en su cintura. —tengo que hablar urgente contigo.

—Va a ser mejor que me vaya. —habló Mara en susurro.

—No. —sentenció el castaño. De ninguna manera iba a sacar a Mara de su casa solo por qué Sharpey se le ocurría. —lo que tengas que decir, lo dices ahora. De lo contrario ahí está la puerta. —apunto con un dedo.

Por dentro la chica de pelo rosa reía victoriosa, esto estaba saliendo mejor de lo que esperaba. Ahora se desharía de la estúpida rubia en un chasquido de dedos, gracias a que Nicolás le había facilitado el trabajo.

—Estoy embarazada. —soltó sin rodeos, pero para su sorpresa Nicolás ni se inmutó.

—No me digas. —el chico de ojos verdes suspiro pesadamente, creyendo que solo era un cuento para joderle la vida.

Mara sin entender nada pasaba su mirada desde la peli rosa hacia el chico con el cual minutos atrás estaba por acostarse. Le parecía patético que esa tipa diga semejante barbaridad solo para retener a Nicolás, siendo que él le había dejado muy en claro que ya no quería estar con ella. Aunque tampoco le sorprendía viniendo de Sharpey.

— ¿Acaso no me crees? —puso una mano en su pecho fingiendo indignación. Acto seguido busco en su bolso los análisis que se había hecho días atrás temiendo de que Nick no le creyera. —Toma, —le entrego el papel bruscamente. —Son los análisis de sangre que confirman mi embarazo ¿Me vas a creer ahora?

Nick quedó atónito al leer ese papel que confirmaba lo que su ex novia decía, estaba embarazada. Sus ojos volaron a Mara quien con solo una mirada comprendió lo impensable. La rubia con los ojos llenos de lágrimas tomo sus pertenencias y salió dispara de la casa.

—¡Mara espera! —gritó el chico de ojos verdes, pero le hizo caso omiso.

El amagó a salir, pero la mano de Sharpey lo detuvo, —No lo hagas Nick. —advirtió la peli rosa. Pero el solo se soltó su agarre bruscamente y salió corriendo detrás de la mujer que amaba.

La chica morena se quedó de brazos cruzados con una enorme sonrisa en el rostro, se sentía tan bien por lograr su objetivo.

—Mara por favor. —la detuvo tomándola por el brazo haciéndola girar hasta quedar frente a él. El corazón se le estrujó al ver las lágrimas corriendo por su mejilla.

—Ve con ella Nick, te necesita más que yo. —habló entre cortado debido al llanto.

—No quiero. —se acercó, pero ella retrocedió y eso hizo que se le revuelva el estómago.

—No se trata de si quieres o no. Es lo que debes hacer, es tu obligación. —desvió la mirada, no era capaz de ver esos ojos.

—Te juro que desde que estoy contigo no ha pasado nada entre ella y yo. —le quiso agarrar la mano, pero nuevamente se alejó.

—Eso ya no importa... —negó con la cabeza repetidas veces. —Adiós Nicolás. —dio la vuelta y se fue lo más rápido que pudo.

Nick se quedó ahí de pie viendo como el amor de su vida se alejaba. Sintió una opresión en el pecho que no lo dejaba respirar.

De todas las cosas que le podían a llegar a pásale esta era la que menos se imaginaba «¿Un bebé? Iba a tener un bebe» pensó.

Sintió rabia por Sharpey, y maldijo todas las veces que se acostó con ella, maldijo el haberla conocido y hacerla parte de su vida. La odiaba porque no le dio la oportunidad de procesarlo, de ser el mismo quien le cuete a Mara. La odiaba porque sabía que decirlo en ese momento haría que la rubia se alejara del tal vez para siempre. La odiaba porque no ella no era Mara.

—Yo tampoco lo planee Nick... —dijo Sharpey en tono enojado. —Pero así paso y te tienes que hacer cargo porque este hijo lo hicimos los dos.

—Me voy a hacer cargo, de esos no hay dudas. —manifestó el chico después de un rato. Habla enserio, él podía ser la persona más hija de puta del mundo, pero jamás abandonaría un hijo. —Pero esto, —señaló a ambos. —La familia feliz que te estas armando en tu cabeza, no va a pasar.

Eso que dijo hizo que un fuego brotará desde lo más profundo de la peli rosa. No podía decirle eso, él tenía que estar con ella, hacerla su reina. El hecho de y no quisiera formar una familia lograba que la misma Sharpey que le disparó a Trevor saliera a la luz

— ¿Que mierda tiene ella que no tenga yo? —preguntó refiriéndose a Mara.

Nick la miró, no sabía si era correcto contestarle eso, tenía en cuenta de que en su estado lo mejor iba a ser que mida sus palabras o podría arrepentirse. Pero había algo que no se lo permitía, como una vocecita en su cabeza que lo obligaba a mandarla a la mierda.

—Porque ella saca lo mejor de mí... —se acercó a la chica hasta quedar a unos centímetros. — Sin embargo, —río irónico. —Tu, sacas los peor de mí.

Nicolás se dio la vuelta y se largó a su habitación sin mirar atrás. Dejando parada en medio del living a una Sharpey furiosa que solo quería destruir todo lo que quedaba de él. 

Falling In Your LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora