Capitulo L

7 1 3
                                    

Charlie se tiró en su cama con la vista fija en el techo. Se sentía excelente después de esa noche de pasión con su linda Clarie, estando ahí consigo mismo se sentía bien.

Semanas atrás no existía esa posibilidad, él se odiaba y odiaba a todo el mundo. Pero eso había quedado atrás, todo gracias a Clarie, su linda Clarie quien con esa sonrisa divina lo había cambiado todo.

Se había dado cuenta de que no necesitaba una venganza sino alguien que le ayude a sanar.

Y aunque las imágenes de esa pesadilla con su padre seguían repitiéndose en su cabeza, ya no le afectaba. Pero necesitaba hacer una última cosa antes de continuar.

Tomó su chaqueta de cuero y las llaves de su moto. Pero antes de que se marchara Joaquín lo detuvo.

—Charlie ¿me puedes acercar a un lugar? me quedé sin gasolina en la moto. —dijo dándole una mirada fugaz. Desde que supo lo de la chica Clarie no era capaz de mirarlo a los ojos y a pesar de que ahora estaba con Kevin no podía evitar ese sentimiento que aparecía cada vez que lo veía a ese chico de ojos negros. Pero el pelinegro ya se había dado cuenta de la forma tan extraña en la que actuaba.

—Claro. —sonrió. —pero antes quiero que me cuentes qué es lo que te pasa.

Joaquín se quedó inmóvil, no supo qué decir. No pensó que él iba a notar lo raro que estaba, pero al parecer Charlie era muy observador.

—No sé de qué hablas. —mintió restándole importancia, quería pasar desapercibido ante ese par de ojos que lo miraban con atención.

—Estas raro últimamente. —manifestó con una mueca en el rostro.

Joaquín no tenía planeada está conversación, solo creyó que ese chico estaba demasiado ocupado con su romance al estilo cazadores de sombras como para notarlo. Pero tampoco iba a largar todo el jugo, no le iba a confesar que la razón de su comportamiento era porque estaba conociendo un chico, no quería que su jefe se enterara que era gay, además seguía sintiendo cosas por él, estaba confundido.

—solo...—dijo haciendo un ademán como si eso le diera un poco más de tiempo para pensar —no sé, no me gusta la idea de que hayas bajado la guardia con Nicolás. —no estaba mintiendo, solo disfrazando la verdad.

—Ya veo...— el pelinegro suspiró. —creo que ya no quiero ser líder Joaquín. —confesó logrando que su amigo lo mire como si estuviera diciendo una locura. —Tu deberías hacerte cargo de los Lobos, no hay otra persona en la que confíe más para ese puesto.

En ese punto Joaquín solo quería darle un fuerte cachetazo para que reaccione. No se hacía a la idea de que quiera abandonar su propia banda solo por unas bragas. Era inaceptable, una decisión demasiado inmadura. Era algo que se hubiera esperado de León o Leila, pero no de Charlie Draco quién había jurado destruir a su rival sea como sea, y ahí estaba completamente engatusado por la hermana de su peor enemigo. Parecía un chiste, pero sin nada de gracia.

—¿Tiene que ser una broma? —habló al fin el chico que se había quedado pensando una excusa para convencerlo de seguir adelante. —no puedes dejar de lado todo lo que te costó conseguir por años.


— ¿De qué rayos hablas Joaquín? —río irónico — ¿Que he conseguido? Que Trevor este muerto, que León lo haya matado, que tú desperdicies tu vida. —dijo esta vez enojado al recordar la traición por parte de León.

Cuando se enteró que León había sido el asesino de Trevor sintió algo que no pudo explicar. Se sintió decepcionado porque Charlie creía haberles enseñado lealtad entre ellos, pero al final resultó que solo los estaba llevando por mal camino. En parte se sentía responsable.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 07, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Falling In Your LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora