Falling In Your Lies

Capitulo LXIV

Mara estaba recostada en su cama, aún no había podido superar su ruptura con Nicolás, cada segundo que pasaba sentía que estaba perdiendo una parte de sí misma al estar alejada de él.

Pero sabía que debía superarlo, no tenía opción, no había otra manera.

Su celular comenzó a sonar bajo su almohada. Dudó en contestar al ver el nombre de Clarie pero llegó a la conclusión de que ella no tenía la culpa de nada.

—Hola. —dijo la rubia arrastrando las palabras.

—Necesito que me acompañes, mi hermano está internado. —dijo la castaña con voz preocupada.

— ¿Qué? —chilló Mara saltando de la cama. — ¿Qué fue lo que pasó?

—No lo sé, tengo que ir al Hospital para que me den más información. —comentó.

- ¿Puedes pasar por mí? —habló la chica sintiendo su corazón acelerarse.

—Si, estamos de camino con JP y Charlie. —suspiró-

Mara arrojó el celular a su cama y comenzó a vestirse en tiempo récord. Estaba preocupada, tanto que todo lo pasado se había borrado de su mente. En ese momento solo quería saber que le había pasado al chico del cual estaba enamorada y si estaba bien.

Para cuando los chicos llegaron en el automóvil, Mara ya estaba lista, no los hizo esperar ni un segundo, se subió al coche y saludó.

JP quién iba a su lado no podía evitar mirarla con lástima, él sabía que ella no se merecía lo que estaba pasado.

—Julio si me sigues mirando así te arrancó los ojos. —amenazó la rubia sin nada de gracia. Lo decía de verdad, odiaba esa mirada, la había visto muchas veces.

El chico se quedó mirando por la ventanilla del automóvil, con miedo de volver a mirar a la rubia nuevamente.

Clarie lo miró compasiva- Tranquilo JP, es solo que está un poco preocupada, pero es buena chica, no te va a hacer nada- sonrió la castaña.

—Si es así de agresiva preocupada no me quiero ni imaginar con el periodo. —murmuró el chico pensando que la rubia no lo había escuchado. Pero le dio un golpe en la cabeza que le dio a saber que sí.

El camino al centro de salud no se hizo tan largo, aunque Clarie y Mara estaban preocupadas por Nicolás. En especial Mara quien desde la llamada de Clarie no dejaba de sentir esa sensación que le decía que lo que le había pasado era su culpa.

Entraron rápidamente al hospital y preguntaron dónde estaba Nick, una enfermera amablemente los guio hasta la habitación en la que se encontraba el chico.

La primera en pasar fue Clarie quien al ver a su hermano en ese estado sintió una horrible angustia. Estuvo solo cinco minutos ya que quería darle más tiempo a la rubia antes de que el médico llegará. Cuando lo vio ahí postrado en esa camilla sintió que el corazón se le salía del pecho.

— ¿Qué te pasó Nick? —preguntó sollozando— ¿por qué dejaste que te hicieran esto? - cuestiono sin respuestas, el chico se encontraba totalmente sedado, los golpes que le habían dado en la cabeza habían sido muy fuertes y los médicos decidieron que lo mejor era mantenerlo así durante el día.

Mara se acercó con las piernas temblorosas y le tomo la mano. Acercó sus labios a su frente y plantó un beso. Se arrepentía de haberlo tratado tan mal, y sentía culpa al verlo así. Toda su cara estaba llena de moretones y rastro de sangre seca, eso le causó dolor.

Sabía que en partes era su culpa y una parte de ella se odiaba por causarle eso, aunque sabía que no tenía la culpa, todo esto había sido obra de Sharpey, si ella no buscara mil y una maneras de molestar a Nick esto no hubiera pasado.

—Lo siento. —limpió las lágrimas que le estaban nublando la visión. —de verdad lo siento amor. —lloró aún más fuerte.

La puerta se abrió de repente, Mara se alejaba lentamente para salir del lugar pensando que era el médico que estaba a punto de llegar, pero quien había entrado era Sharpey.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó de mala manera. No esperaba para nada encontrarse a esa rubia que detestaba junto a su novio.

— ¿Acaso no puedo visitar al hermano de mi mejor amiga? —le preguntó terminando de secar algunas de las lágrimas que corrían por su mejilla.

—No. —afirmó. —No tienes nada que hacer aquí, —avanzó hacía ella y le dio un empujón. — vete de aquí perra sucia si no quieres que te arranque los pelos. —amenazó la chica de pelo rosa con una mirada asesina.

—Está bien, de todas formas, ya me iba. —contestó Mara haciéndole caso omiso a las intimidaciones de la peli rosa.

—Mas te vale alejarte de él. —la apunto con un dedo. —sería una lástima que Nicolás no vea nunca a su hijo por tu culpa, arrastrada. —sonrió con malicia.

—Ya no es necesario que me amenace, yo no me voy a entrometer, no soy la misma clase de basura que tú. —dijo cerrando la puerta de un golpe.

Sharpey se quedó parada con la boca abierta, para nada se esperaba que Mara tuviera los ovarios para responderle así.

Pero se quedaba tranquila al confirmar que sus planes iban a la perfección, esa chica no se volvería a acercar a su Nick. Aunque sabía que el sí iría detrás de ella cada vez que pudiera así que tendría que ponerle los ojos encima todo el tiempo.

La peli rosa se acercó al chico y lo miró fijamente, se veía tan calmo que parecía muerto. Así que se sentó a su lado y se quedó ahí aburrida, no quería quedarse, pero tenía que hacer buena letra. Cuando él se despertará ella tenía que estar ahí así se daría cuenta de que fue la única que estuvo.

El doctor entró a la habitación y le pidió con amabilidad que se retirara del lugar, no eran horarios de visitas y tenía que esperar afuera junto a los demás.

—No pienso irme. —dijo la chica quien se había puesto de los pelos. —Es el padre de mi hijo el que está ahí, no pienso dejarlo solo. —se cruzó de brazos indignada.

—El chico no se va a despertar hoy, tiene sedantes, probablemente despierte mañana. —sonrió mirando al paciente. —es un chico fuerte, anda a tu casa a descansar y vuelve mañana. — dijo el doctor.

—Si mi Nicky llega a despertar y yo no estoy con el de verdad me va a conocer. —amenazó al médico y después se retiró de la habitación maldiciendo por lo bajo al estúpido viejo decrepito.