Supercorp del viejo oeste "Esmeralda salvaje"

Capítulo 32 "El rayo"

Los valles verdes parecían interminables, Lena y Kara habían sido enviadas por el sheriff Queen hasta el siguiente pueblo por su compañero y amigo desconocido.... Si así es, Lena y Kara no sabían por quién iba, el sheriff les indico que tendrían que ir a la saloon de la señorita Cat Grant la cual sabía la verdadera identidad de "el rayo".... Ambas pensaron que las atenciones de Alex se habían sobrepasado al ponerle demasiada morfina al señor Queen como para que dijera esa sarta de tonterías.

–si no está el pueblo detrás de esa colina renuncio y regreso a mi casa – dijo Kara con Nía a su espalda enrollada en su reboso – por mucho que tengamos los mejores caballos del país no parece que avancemos– ambas estaban sobre sus respectivos caballos y se notaba a leguas que hasta ellos estaban aburridos de ver tanto verde

–Eres una desesperada, por lo único que en verdad quisiera llegar a nuestro destino es porque ya no tenemos comida y ya no me está saliendo mucha leche por falta de agua–

– ¿quieres que te de un masajito? –dijo Kara moviendo sus cejas coquetamente – ¿no te gustaría? –

–lo siento mi vida, único que quisiera disfrutar en este momento sería algo de agua y comida.... Pero lo tomare para después, si es que sigues dispuesta–

–Para ti yo siempre amor– dijo besando a su azabache

Lo bueno que ya se encontraban a escasos kilómetros de su destino, lo primero que hicieron al llegar fue ir con Cat Grant, tal vez en el saloon pudieran encontrar algo de comida y hospedaje, porque no matar dos pájaros de un tiro.

Para su buena suerte la señorita Cat tenía una habitación muy modesta disponible, lo único que le importaba a Kara era que su azabache y su castañita tuvieran donde pasar la noche, la misma Cat ofreció además de comida un empleo de tiempo completo a Lena como variedad del saloon.

–Bueno querida deberías de pensarlo– dijo Cat sin quitar los ojos de la ojiverde– eres demasiado hermosa como para desperdiciar dicho talento con un solo compañero – dijo echando un ojo a Kara que ya para entonces echaba humo de los oídos

–muchas gracias señorita Grant, pero no nací para complacer los ojos de hombres hambrientos de carne, lo que si le acepto y con mucho gusto es la cena que usted nos prometió–

–deberías de bajar un poco con las muchachas, no sé porque presiento que ahora están cortas de dinero y unos dólares de mas no te caerían mal, nada mal– guiño un ojo justo cuando se daba la vuelta para retirarse – piénsalo Lena–

–YA LE DIJO QUE NO– contesto Kara irritada cerrando la puerta de golpe –deberíamos de irnos a otra posada–

–Ya no tenemos dinero Kara–

–eso es lo que más me da miedo, tú vas a estar expuesta tentada por todo lo que esa vieja rubia te ofreció y vas a acabar yéndote con ella y trabajaras mostrando tus atributos a esos hombres despreciables–

–wow – exclamó sorprendida – después de que en más de un año que me has tenido a tu merced, aun crees que yo pudiera irme y dejar todo esto– dijo señalando a su alrededor, a lo mejor no era un buen ejemplo pero como pudiera dejarlas – y todavía tienes el atrevimiento de decir que lo hare para satisfacer a los hombres, no sé si creerlo Kara– la cara de Lena era de enojo, confusión y desaprobación– aun no confías en mi–

–Si confió en ti, pero momentos desesperados te hacen realizar cosas desesperadas– tomó la mano a su ojiverde – Lena a veces creo que yo no voy a ser suficiente para ti, míranos, no era como yo creía que podría darte lo que es una familia, ahora mismo no tienes rogando por un maldito pedazo de pan y agua.... Tú y Nía no se merecen esto–