Capítulo 62 Aferrada a la vida

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Los minutos que tardaron en darle alcance al batallón parecieron eternos, Maggie había tomado las armas de uno de los soldados y dos sables, cortando las distancias Maggie tiro a dos de los soldados que custodiaban la carreta, O'connell viró hacia ellas para hacerles frente . Tres de sus soldados iban disparando mientras la rubia y la morena también les tiraba y esquivaban las balas

–Maggie cuidado– Maggie alcanzo a esquivar la gran roca pero el caballo trastabilló tirando a la morena que quedó casi inconsciente

Kara siguió conteniendo las balas enemigas, la única fuerza que le quedaba en sus venas era la voluntad de rescatar a Lena, sin ella no tenía sentido su vida. Ya sin balas los dos confederados que quedaban sacaron sus sables para pelar con Kara, esta se arrojó de su caballo para tratar de tirar de uno de ellos consiguiendo dejarlo totalmente inconsciente en lo que el otro hombre desde su caballo pretendía herirla con fieras estocadas hacia su abdomen, la rubia era muy ágil y alcanzo una de sus pernas para tumbarlo de su silla.

En el suelo el hombre tardo en componerse para írsele con sable en mano, Kara no era tan ágil con el arma como lo era su esposa pero se movía diestramente esquivando cada ataque y contrarrestando con puñetazos y patadas al sujeto que de inmediato se dio por vencido .

Trato de subir de nuevo al caballo pero se mareo en el acto, estaba muy débil y el efecto dela planta medicinal estaba pasando, subió como pudo para galopar hasta dejar sin aliento al pobre animal, si hubiera sido beans ya los hubiera alcanzado pero su fiel amigo se había quedado en su caballeriza atado.

Alcanzo a O'connell que solo había quedado con el cochero de la carreta y otro soldado, el irlandés hizo una seña al soldado para que contuviera a Kara pero ella iba más que decidida a tomar a Lena y más tardo el soldado en obedecer la orden que en lo que la rubia lo derribaba, ya no tenían balas eso era obvio, O'connell hizo una seña al conductor del carruaje en cuanto vio que llegaban al cañón de la montaña.

–Espera– ordenó - esto se termina ahora– el irlandés era muy diestro con las armas puesto que toda su familia era militar y el perteneció al ejercito desde los quince años lo que lo hacía letal con el arma que estaba a su alcance no sin antes contar con sus puños, Lena lo sabía si O'connell la enfrenaba no debería tener opciones la rubia y menos con el estado en que Kara se

–Vamos desgraciada– grito el hombre animando a la rubia al combate, ambos tomaron sus sables para atacar, Kara se defendía como podía todavía cansada de anterior combate ya sin aliento.

Pero su esposa no la iba a dejar sola.

Saco como pudo una mano de la cuerda, le dolió bastante pensó que tal vez la había dislocado, pero tenía que hacer algo, tenía que defender a su esposa, con la mano suelta desato un pie el cual tuvo que quitar el calzado, la otra mano no podía desatarla así que salió con todo y cuerda para ayudar a Kara, el cochero se dio cuenta de que su prisionera estaba escapando y no dudo en ir detrás para volverla a atar en lo que el capitán peleaba con el sable con Kara.

Pateo la puerta en el instante en el que el cochero pretendía abrirla dejándolo noqueado por el golpe, vio a su mujer que estaba en el piso con el arma de O'connell sobre su garganta, Lena tomo la soga que se busca aun atada sobre su mano para ponerla sobre el cuello del capitán, y tirar de ella hasta retirarlo de encima de su esposa

–Déjala maldito– tiro de él hasta casi conducirlo a la orilla del cañón, quería deshacerse de él, quería tirarlo al precipicio

- Diabhal fiáin - espeto n su idioma natal (maldita salvaje) - suéltame perra– O'connell se volteó para tomar la soga con la que lo sujetaban del cuello pero Lena tenía una cosa en mente y no iba a desistir –te iras al infierno Lena–

–Tu primero– lo arrojo sin antes pensar que O'connell lo sujetaba del otro extremo de la cuerda ambos quedaron colgados cada uno de los extremos de la soga, un árbol fue su salvador y su juez si uno de ellos caía el otro también, ambos se balanceaban tratando de tirar al otro, Lena tenía una desventaja, ella estaba totalmente amarrada a su muñeca, el capitán intento balancearse hasta tomar una roca para sujetarse pero Lena se lo impedía, cada vez que su mano se acercaba la azabache lo pateaba

–Maldita– continúo columpiándose sin éxito

Kara se levantó aun aturdida y escucho los pis del soldado tratando escalar por las rocas, la rubia suspiro profundamente para bajar hasta rescatar a Lena que intentaba que su contrincante no llegara a la pared de roca

Al fin el desgraciado de O'connell alcanzó con una de sus manos una piedra y sin dudarlo soltó del otro extremo, cuando Lena sintió que caía, una milagrosa tensión sobre la cuerda la sacaba de sus pensamientos de muerte, vio a Kara que con todas sus fuerzas tomaba d la soga con la cara en rojo por el esfuerzo que hacía.

–Amor no voy a aguatar mucho, balancéate hasta el otro lado por favor– Lena lo hizo de inmediato su mujer tenía cara de no poder aguantar más, lo logro tomo una roca con sus manos pero al querer sujetarse se resbalo lo que hizo que Kara se tambaleara y cayera, la soga quedo atorada entre la "v" que formaba la rama del árbol

Kara se sujetó de la soga un poco más debajo de donde se encontraron Lena –Kara no te sueltes, por favor dame la mano– la rubia tenia cansancio, se notaba el esfuerzo extremo que hacía para alcanzar a su esposa desesperada

–Lena el otro extremo no va a aguantar– Lena descifro lo que su esposa quería decirle - amor.... Soy muy pesada para.... -

–Cállate Kara, no digas nada–

–Lena la soga.... - Kara veía el otro extremo que resbalaba poco a poco deshaciendo el nudo del cual permanecían colgando

–Dame la mano – Kara negó con la cabeza - dame la mano Kara– las lágrimas de la rubia corrían por su rostro enrojecido del esfuerzo mientras sus esposa le gritaba

–Tú me prometiste que pasara lo que pasara permanecerías a salvo– los ojos de Lena se abrieron de par en par sintiendo la humedad y el llanto acumularse en su garganta

–Kara tu hermana ya viene, Maggie ya viene, aguanta por favor– ella quería, en verdad quería pero su cuerpo no lo resistió

-Te amo-

Y se soltó....



¿Qué les esta pareciendo la historia?

les agradezco mucho por sus votos y comentarios

actualizare pronto, saludos

Supercorp del viejo oeste "Esmeralda salvaje"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora