Capítulo 13 Celos salvajes

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La mañana siguiente la ojiazul salió de la tienda para ir hasta el rio y lavarse la cara además de tallar sus dientes con hojas de menta y yerbabuena, no le gustaba tener mal aliento, a ella le gustaba cuidar de sus dientes, repitió el proceso de tallado de dientes para después escupir y volver a enjuagarse, miro de reojo a alguien que se acercaba a ella y volteo para confrontarla

- Lo siento por comportarme así ayer - dijo Ahatum - sentí celos -

- escúchame bien, yo estoy ahora para proteger a Lena, lo que paso entre nosotras fue pasado y no podemos repetirlo - contesto Kara en su lengua

- pero yo te quiero Kara.... Yo puedo compartirte si es lo que quieres - dijo acercándose más a ella– no podrás olvidar lo nuestro de la noche a la mañana–

- Ahatum fue hace mucho tiempo y no pasó nada más que unos besos, ahora tu estas comprometida con Sire Ma-wa-wá - fue una de las razones por las cuales Kara se había olvidado de ella - no puedo dejar que quieras enmendar lo que debiste hace mucho tiempo -

- pero Kara... .– dijo la bronceada acercándose más a su rostro - sé que no has olvidado mis besos - lo dijo con su cálido aliento casi posado en los labios de la rubia– y lo voy a demostrar - la morena se abalanzo para devorar los labios de Kara y la rubia en vez de detenerla se dejó llevar, al momento de separarse - SPLASH - sonó al instante en que Ahatum caía al agua y para después –PUM - de un cachetada Lena le volaba el sombrero a Kara la ojiazul se quedó de nuevo parada como estatua viendo a Lena que se daba la vuelta sobre sus talones para retirarse mientras Ahatum intentaba levantarse del arroyo

Cuando Kara reaccionó fue a la tienda esperando hablar con ella, pero no estaba y salió para buscarla entre la gente pero tampoco - BEANS - grito tampoco estaba el potro amarillo –chiflo a su potro y nada, tomo el caballo de Tayen para salir a buscarlos, sabía que beans era demasiado veloz como para alcanzarlo.

La rubia regreso a la aldea cabizbaja y se metió en la tienda de los enfermos para querer matar el tiempo, pensó que Lena tal vez.... Había una posibilidad.... de que estaba celosa, pero lejos de confrontarla la encerró más en sus pensamientos, todo el día estuvo pensando en la azabache, en sus ojos tristes y llorosos, la cara que tenía cuando le dio el bofetón que todavía estaba marcado en su rostro, era verdad tenía la mano muy pesada bien podía ser boxeadora.

Pasada la tarde se preocupó al ver que no llegaba ni a comer y tampoco había rastros del potro, eran aproximadamente las ocho de la noche según los astros cuando un equino amarillo llegaba a la aldea rodeado de niños que se acercaban a ver a su linda pelinegra repartir a los infantes varios pescados amarrados con un lazo, Kara se paró de inmediato y así como un mosquito a la luz cegadora de una lámpara la siguió, no sabía que decirle, no sabía cómo empezar si quiera a hablarle, los niños se fueron contentos con pescados en mano y ella bajo de beans para desamarrar la cuerda con la cobija que había usado como montura.

- ¿a dónde fuiste ?, te espere todo el día– la ojiverde no hablo y solo se dio la vuelta para entrar a la tienda, Kara de inmediato noto sus ojos ambas esmeraldas estaban rojas e irritadas, Lena había llorado –Lena te estoy hablando - dijo irritada viendo como la azabache se hacía taco con una cobija lejos de donde Kara –no has comido, te estaba esperando– dulcifico su voz para ver si así reaccionaba, pero nada.

- ¿a dónde fuiste ?, te espere todo el día– la ojiverde no hablo y solo se dio la vuelta para entrar a la tienda, Kara de inmediato noto sus ojos ambas esmeraldas estaban rojas e irritadas, Lena había llorado –Lena te estoy hablando - dijo irritad...

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Supercorp del viejo oeste "Esmeralda salvaje"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora