Capítulo 95 Con los días contados

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Sam ya había buscado a Alex en la casa completa, en la casa de sus suegros, en su cabaña, en el establo, hasta en la casa de Maggie y no hallaba a su esposa, fue al único lugar pensó que podría estar para pensar un poco, Alex había estado muy pensativa y callada cosa que a Sam le pareció extraño, la sonrisa se le había borrado desde hace días y sabia qué necesitaba tiempo y espacio.

Sus brazos la rodearon por la cintura mientras ponía su barbilla sobre su hombro, Alex miraba atenta la tumba de su difunto padre Jeremía Danvers –te fui a buscar con Maggie–

–mmmmm, por lo visto ya no tengo escapatoria contigo–

Sam rio bajito, sabía que su mujer intentaba bromear con ella, pero su aura estaba demasiado apagada como para hacerlo – quieres ir en su búsqueda ¿cierto? –

–Sam.... Cielo.... –

Sam beso tiernamente su mejilla – ¿Qué estamos esperando amor? Ya imaginaba todo lo que vendría después de haber dicho si– Alex se rio acercando las manos de su mujer en un abrazo

–te amo Sam, no sé qué haría sin ti–

–aburrirte todas las noches, es obvio–

–oh dios Sam.... ¿No te cansas? –

–de ti.... Nunca lindura– Alex la empujo con su cintura jugueteando con ella

–oye cuando dijiste que no te tardabas, pensé que iba a ser por otra cosa Arias– llego Maggie bromeando con sus amigas – bueno esta es la primera vez que no las cacho desnudas y eso ya es algo–

– ¿trajiste a Maggie? –

–Ella me siguió, no es mi culpa que me siga como un cachorro–

–oye, oye, ya tengo dueña y se apellida kane próximamente Sawyer así que no se te ocurra llamarme cachorro delante de ella porque arde Troya y dormiré en el pórtico de mi casa toda la vida, no sabes lo celosa que puede ser esa mujer– Alex la miraba incrédula, estaba feliz por ella y la vida que llevaba junto a Kate

–Entonces cual es el plan– pregunto Sam

–Ir por ellas– dijo la voz masculina de Abay ya con su perfecto inglés – no podemos andar por ahí sabiendo que ellas corren peligro–

–y hablando de cachorros, ¿Quién invito a la mascota de Lena? – dijo Maggie y Abay la empujo por la colina donde se encontraba la tumba de jeremía, la morena salió disparada rodando por una pendiente, mientras Abay se reía de ver como se golpeaba

–entonces Shappa, nos vamos hoy o mañana–

–mañana a primera hora y yo que tú me echaba a correr porque cuando Maggie te encuentre va a despellejarte–

–bien, avisare a mi mujer no quiero preocuparla– el bronceado salió corriendo de ahí hacia donde tenía su cabaña con la cherokee

–Vámonos cielo– Alex se dio la vuelta– ¿no vas a ayudar a Maggie a subir? –

–Que nos alcance en la casa– dijo la morena y Alex se rio de sus cosas, Maggie y Sam se amaban como hermanas pero a veces se hacían bromas muy pesadas

Luisiana Fuerte Jackson

Lilian ya llevaba horas viendo como el joven que acababan de llevar a su celda lloraba inconsolablemente hecho bolita sobre el suelo de aquella lúgubre celda, lo escuchaba sollozar y maldecir en irlandés.

–puum, pum– dos golpes fuertes retiraron sus atención del joven rubio que se encontraba en el suelo –la comida– una charola con comida nada apetecible fue ingresada en una ranura por debajo de la puerta

Lilian tenía hambre pero también dignidad y orgullo, así que no probo bocado de aquella arte culinaria que parecía excremento de bebe pero olía a habas, tomo el pan y lo partió a la mitad para degustarlo, por lo menos era comestible, guardo la otra parte para su nuevo compañero.

Tomo agua y también guardo una porción para él –oye, Pest psst, ¿no vas a comer?–

El pobre continuaba llorando, el hombre se limpió la nariz para poder contestar, Eliza le había enseñado buenos modales y sabía que por cortesía no tenía que dejar con la palabra en la boca a aquella mujer –no, mu.... muchas gracias– dijo sollozando con amargura

Lilian se compadeció del pobre hombre, no se veía golpeado, no se notaba maltrecho, de hecho tenia buen porte y buena ropa, ropa de una familia dinerada y su curiosidad no pudo más – ¿qué cosa te hicieron muchacho? –

Kara continuaba sorbiéndose la nariz –le hicieron daño a mi esposa, le hicieron daño– repetía junto con sollozos desgarradores, aquel joven tenía la voz dulce y tierna –nos apresaron y le van a hacer daño, pero no puedo hacer nada porque estoy aquí–

–Oye, oye, sé que esto se ve horrible pero no pienses en eso, vas a ver que las cosas se van a arreglar para ustedes y obtendrás un buen acuerdo, a menos que esta condenada como yo a la pena de muerte–

–no, ni lo diga, yo solo hice lo que creí que podía salvarla de eso–

–¿y que fue? –

–yo me eche la culpa de todo, jure protegerla con mi vida y eso voy a hacer–

Lilian guardo silencio y caviló un poco – entonces tú estas condenado a muerte–

–sí y espero que mi esposa pueda salvarse, solo quiero que viva mucho y cuide de nuestras niñas – la rubia no levanto la cara en ningún momento, no podía ver a Lilian que lloraba empatizando con ella.

La mujer se secó las lágrimas presurosa – yo también deseo que mis hijos tengan vidas prosperas y felices, ya no me importa si poseen tierras y dinero, mi único deseo es que permanezcan con vida–

Kara se levantó un poco para sentarse apoyando la espalda contra la pared, su rostro denotaba preocupación y angustia además de una inmensa tristeza –fui muy feliz al lado de ella y no cambiaría nada excepto en exponerla a tanto peligro, pero mi mujer siempre fue y será muy valiente, la amo y amo su alma libre y salvaje.... Dios sabe que será lo último que haga cuando me lleven al paredón–

–yo también deseo más que nada en el mundo que mis hijos tengan una vida larga y plena, yo pagare por lo malo qué les hice, solo espero algún día su perdón–

– ¿qué cosa puede ser tan mala como para que no perdonen a su propia madre? –

–por donde empiezo....– comento Lilian resoplando– a mi hijo mayor prácticamente lo obligue a ingresar al ejército, el tenia novia y lo obligue a dejarla para que se embarcara a américa para pelear por un país que estoy segura jamás agradecerá su inmensa lucha, y todo para que el gobierno le diera tierras y reconocimiento, ja....–Lilian miraba el vaso como si quisiera recordar porque pensaba en ese momento que eso era lao mejor para ellos– A mi hija la ofrecí con un soldado de familia muy prestigiada y ahora doy gracias al cielo que me llevo la contraria n todo, ella es indomable y estoy segura que la persona con la que se casó la hace feliz, lo he notado en sus cartas.... Pero por si fuera poco aun así la ofrecí con un americano pensando todavía que podía cambiar su destino, soy una idiota los expuse a un gran peligro – Lilian comenzó a llorar, Kara miraba atenta a aquella mujer con un acento muy familiar –lo siento, solo no puedo dejar de pensar en lo que hice con ellos–

–no se disculpe, ellos la perdonaran.... Yo lo haría–

Lilian sonrió a aquel hombre dulce pensando enque tal vez tenia razón, no sabía cuántas horas le quedaban antes de llegar al paredón,pero sabía que sus hijos la perdonarían por tomar una mala decisión.

Supercorp del viejo oeste "Esmeralda salvaje"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora