Alex vio la despedida y le pareció desde su punto de vista que a la morena le había dolido mucho despedirse de aquel hombre, la maraña de celos se atoro en el fondo de su diafragma impidiéndole respirar con total normalidad, ¿Samantha se estaría despidiendo de su antiguo amante? No alcanzo a escuchar el principio de la conversación así que desconocía todo el asunto, solo supo que por esos malditos celos no podía respirar.
Trago saliva nuevamente y camino un tramo hasta encontrar un saloon, ella sabía perfectamente en que se metía. Ordeno una botella de wiski y le pidió que se la dejaran para ella sola, tenía monedas que adquirió de la venta de la montura de su azabache amigo, la cual vendió a un forastero por un buen precio, miro de reojo a las palomas sucias que le revoloteaban alrededor, jamás había tocado a alguna sobria y esa noche no sería la excepción.
Alex siempre alardeo de su original forma de seducir mujeres, y siempre estuvo acompañada de muchas, hasta que Maggie fue su novia y se le quito de alguna manera tontear con las demás, la pelirroja era demasiado fiel y leal para dejarse llevar por las tentaciones, cuando Maggie la dejo fue en busca de alcohol y el alcohol atrajo a palomas sucias en busca de una buena aventura, Alex solo les ofrecía lo que tenía en sus manos, pero jamás se entregó completamente, jamás.
Nunca una mujer había puesto sus manos o su boca en sus tiernas partes, Maggie fue la que más se acercó, Alex le prometió matrimonio para poder consumar lo que Maggie le provocaba pero ella huyo, no quería un compromiso de por vida, no con Alex.
Con Samantha era diferente, quería tocarla y ser tocada, quería grabarse su tacto en toda su piel y lamer hasta la más íntima parte de la morena no sin antes sucumbir ante su lengua, ¿es que acaso ya llevaba tanto tiempo siendo "virgen" que el mismo cuerpo le pedía ser tocado? O Samantha provocaba todos sus más lujuriosos sueños.
Pidió una botella de borbone, la cual termino sin mediar palabra alguna con todas las mujeres revoloteando –no quiero compañía, gracias– decía amablemente a todas para que se alejaran, en su cabeza sólo estaba una persona, Samantha.
Eran las cuatro de la mañana cuando la botella de ron estaba a punto de acabarse, ella seguía mirando a su vaso como si le hablara.
–Vámonos cariño– miro la mano de largos y estilizados dedos, de uñas recortadas de tez morena que de inmediato reconoció antes de alzar su cabeza para confirmar que era su morena
La pelirroja sonriendo derramo varias lagrimas antes de asentir, se levantó de la silla tambaleándose siguiendo la mano de Samantha que entrelazo los dedos con los suyos – oye – llamo el cantinero – me debes la botella de ron–
–Aquí tiene– Samantha le aventó un dólar para pagar su deuda y salio con Alex a cuestas sobre sus hombros – ¿Qué tanto te metiste Alexandra? –el tono de voz de la morena era rígido pero también llevaba un dejo de preocupación, la condujo a un callejón para poder hablar con ella sin que nadie interrumpiera
– ¿Quién era ese hombre Sam?.... – pregunto cómo pudo apenas moviendo los labios –no se muchas cosas de ti, pero estoy dispuesta a dejarme ir a donde tus manos me guíen como un perro fiel a su dueño ¿puedo confiar en ti? –
Samantha rebusco entre los recovecos de su cabeza, cuál sería la respuesta más adecuada para poderle dar a la mujer de la cual estaba enamorada, no quería defraudarla y sabía que si se entraba de su pasado la alejaría– él era un camarada– contesto sincera – Alex por favor, quiero estar contigo y quiero que me conozcas.... Pero ahora me es difícil darte a conocer lo que fue mi puta vida– la voz de Samantha se quebró – fue una vida muy difícil pero puedes confiar en mi–
–Oh, Samantha– Alex se abalanzó a sus labios colocando una mano sobre la nuca y la otra en su cadera, se soltó solo un momento para susurrar algo sobre sus labios –te amo Sam y me duele no poder tocarte así –trato de entender a lo que se refería la pelirroja –jamás había sentido esto Sam y estoy aterrada–
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Supercorp del viejo oeste "Esmeralda salvaje"
ActionLena luthor hija de terratenientes irlandeses, destinada a vivir confinada en una jaula de oro, prometida en matrimonio a sus 18 años de edad, escapa a america con su tutor y buen amigo James Olsen para conocer lugares de los cuales estuvo negada d...