Perséfone se sentía muy extraña. Pero estar con Hades últimamente le generaba cierta emoción. Quería saber más de él, conocerlo. Quizás lo había juzgado mal, y pensó que todos lo hacían por su título de rey del inframundo y la mala fama que algunos le daban. Era normal tenerle miedo o simplemente evitarlo, en el caso de algunos dioses.
—¿Qué soy tuya?—Dijo Perséfone mientras alzaba una ceja.
—Desde el primer momento en que te vi.—Hades mantenía una sonrisa ladina.
Ella se rio bajito y se sonrojó un poco ante aquel comentario. Al principio no se había dado cuenta de que él podía llegar a ser tan agradable y encantador. Pero ahora sentía que se derretía constantemente con sus palabras.
—Mi madre vendrá por mí, es un hecho.
—Justo ahora preferiría no pensar en tu madre, ya sabes.
Diciendo aquello, él nuevamente la besó, de manera fugaz pero delicada. La joven se recostó sobre el pecho de Hades, se sentía mal porque de cierto modo aquello era una traición para su madre. Pero decidió no pensar en ella, como había dicho él.
—Perséfone, serás mi reina, y nadie puede cambiarlo.—Dijo él mientras acariciaba su cabello pelirrojo.
—Hades...no estoy segura...
—¿Por qué no? ¿No te agrado? Sé que al principio tuvimos nuestro roce pero ahora...
—Mi madre jamás dejará que me quede aquí. Eso es seguro.
El dios, miró a todos lados y notó la cáscara de la granada, y una ligera sonrisa apareció en su rostro.
—Veo que has comido algo.
—Sólo fue una granda, tenía hambre.—Las mejillas de la pelirroja se tornaron rosadas.
—Y cómo no ibas a tenerla. Has estado todos estos días negándote a comer.
Ella se apenó un poco y simplemente cerró sus ojos, acurrucandose sobre su pecho.
—Ya deberíamos entrar...—Dijo la diosa.
Hades se quedó en silencio, pero comenzó a besar el hombro desnudo de su compañera de manera lenta, mientras Perséfone cerraba sus ojos y sentía como un cosquilleo recorría su espalda.
—¿Q-qué haces...?
—Ssshh...
Él le recorrió toda la espalda con ambas manos y de manera delicada, hasta llegar a sus muslos. Su cuerpo parecía escultura, era hermoso y delicado. Su piel suave como la seda, justo como él imaginaba. Perséfone comenzó a jadear un poco ante aquello, sentía que su corazón latía demasiado rápido y su sangre calentaba su cuerpo.
—Oh Hades, ¿Qué me has hecho?
Dijo muy apenada al notar su situación actual. Él solamente rio de manera divertida mientras le daba una ligera nalgada, la cuál hizo a Perséfone dar un pequeño saltito.
—¡Hey! No seas tan propasado...—Los ojos de la pelirroja se toparon con los de su compañero.
—¿Acaso te molesta?—Dijo mientras alzaba una ceja.
—Quizás.—Dijo ella mientras esbozaba una sonrisa muy ligera.
Deméter y Hécate estaban ya en el bosque, la diosa de la agricultura estaba muy molesta y hasta cierto punto dolida por lo que sus hermanos habían hablado a sus espaldas. Ambos sabían que Perséfone era lo único que le importaba y aún así, habían hecho planes para su niña a sus espaldas.
Llegó hasta la puerta del Hades que estaba en su bosque, en lo profundo y más oscuro de éste.
—Deméter, sabes que lo pasará si tu hija a comido algo allí abajo.—Dijo Hécate.
![](https://img.wattpad.com/cover/242159799-288-k274658.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hades y Perséfone. ???? [Editando]
FanfictionCuando el dios del inframundo decidió dar un largo paseo atráves del precioso bosque en donde su hermana Deméter habitaba junto a su hija, notó la belleza de una nueva flor, la más hermosa y virgen flor que jamás sus ojos habían visto. su deseo por...