Hades y Perséfone. ???? [Editando]

La reina del inframundo.

Los rayos del sol entraron por la ventana de la habitación, despertando a Perséfone. Se pasó toda la noche abrazada a una almohada y pensando en su futuro esposo, ¿la extrañaría? Observó la hora en el reloj de la pared y suspiró, apenas las ocho, aunque Hera no tardaba en llegar.

La diosa salió de la cama arrastrando los pies por el piso. Era un buen día afuera, el aire estaba fresco.

Salió de la habitación y se dirigió al comedor, el estómago le rugía de hambre. Se encontró con las miradas de su madre y ambas tías, bebían té en la mesita de la sala.

—Buenos días—Saludó Hera—. ¿Lista para el gran día?

—Eso creo—La pelirroja sonrió—. Pero primero quisiera comer...

—¡Claro que si hija!—Démeter se apresuró a servirle algo de té y galletas a su hija—. Toma asiento, aún tenemos tiempo.

—Si—Hera observó el reloj de la pared—. Zeus dijo que la boda sería a mediodía, por lo que tenemos cuatro horas.

Perséfone se sentó en medio de Hestia y su madre.

—Estoy nerviosa—Confesó la pelirroja.

—Pues vaya que deberías—Hestia mantenía su taza de té cerca de su boca—. Te vas a casar, no vas a comprar un cachorro, tendrás marido y dejarás de ser tuya al cien.

—Hestia—Hera puso los ojos en blanco—. No la estés asustando.

—Es verdad—La diosa se encogió de hombros—. Siempre esperé que Pers se uniera a Calisto, es todo.

—Esa era mi idea—Démeter bufó—. Pero bueno ya, no la agobiemos.

—Sólo asegurémonos de que nuestro hermano no salga como los otros dos—Hestia dejó su taza vacía sobre la mesa y miró a sus hermanas—. No le permitiría lastimar a mi sobrina.

—En eso te apoyo—Hera frunció el ceño al pensar en Pers pasando los engaños que ella.

A las diez de la mañana, tanto Hera como Hestia se encontraban peinado y maquillando a Perséfone.

Hestia le alisaba el cabello a la pelirroja, a Pers no le gustaba demasiado el maquillaje, pero lo que hacía Hera era espectacular.

—Gracias tías—Susurró tímidamente.

—De nada—Hera seguía centrada en el maquillaje—. Quiero ver la cara de esa ninfa...

—¿Qué ninfa?—Hestia miró a su hermana y alzó una ceja.

—Una pretendiente de Hades—Aclaró Hera—. Pero esa zorra se a estado metiendo con nuestra sobrina.

—Vaya—La diosa del matrimonio frunció el ceño—. Ansío conocerla.

Hestia terminó su trabajo y fue por el vestido mientras Hera daba el último retoque. Entre ambas diosas le ayudaron a la pelirroja a ponerse el ceñido vestido y los tacones que Démeter le había obsequiado.

—Te ves hermosa—Dijo Hera, maravillada—. Hades se a sacado la lotería.

—Confirmo.

En ese momento entró Démeter a la habitación y observo a su hija con ojos de amor. Esbozó una media sonrisa y fue hasta su lado para admirarla mejor.

—Eres la novia más hermosa que he visto.

—Gracias mamá.

—¡Bueno, bueno ya es hora de irnos!—Hera se miró en el espejo. La diosa llevaba un vestido rosa pastel que combinaba con los detalles del vestido de su sobrina.