Perséfone se encontraba sentada en el trono de su esposo mientras él estaba con Zeus. Era ya casi medio día y todo estaba tranquilo. La pelirroja notó cuando la puerta se abrió y Tánatos rápidamente entró al gran salón.
—Mi señora—. Dijo rápidamente el dios mientras se arrodillaba ante la joven.
—No hagas eso.—Dijo ella, apenada.— solo llámame por mi nombre, ¿si?
Ambos dioses llevaban tiempo platicando y saliendo juntos a visitar el inframundo cuando Hades no se encontraba. En general, al Dios de la muerte no le gustaba salir, pero a veces Zeus casi lo obligaba. Y entonces Perséfone buscaba a Tánatos, porque era primeriza dirigiendo aquel reino, y nadie mejor que la muerte para guiarla.
—Perséfone.—Pronunció el dios.— ¿me has llamado?
La diosa se levantó del trono y fue hasta él. Tánatos era alto, su piel era con un ligero tono azulado y su cabello blanco, largo hasta su cintura. Lo llevaba en una coleta. Llevaba pantalones pero no camiseta. Era atractivo y varonil, y un buen amigo de Perséfone.
—Hades a ido con Zeus.—Comenzó a decir.— Y tenía que salir a dar una vuelta...pero ya sabes que me da un poco de miedo aún y Hermes no está hoy por aquí.
—Debes dejar de ser tan tímida.—Le dijo él en tono severo.—Ahora eres la reina de por aquí. Absolutamente todos y todo te respetan.
—Lo sé...eso creo. Pero ¿Y si me pierdo?
Tànatos alzó una ceja. Aquello sería básicamente imposible pues había guardias casi por todos los rincones del inframundo, sin mencionar a los demás trabajadores. Pero comprendía un poco a la diosa.
—Esta bien.—Exclamó, derrotado.— Vayamos, tengo un poco de tiempo.
Perséfone esbozó una amplia sonrisa mientras tomaba el brazo de su compañero y ambos salían del castillo.
Caminaban a través del sendero del río. La tarea solamente era verificar que todo estuviera yendo bien, y eso le alegraba a la joven, porque así Hades no tenía que ir cerca del río, donde generalmente estaban las ninfas.
—¿Haz estado a gusto últimamente?—Preguntó el dios mientras mantenía su vista al frente.
—Bueno, si. Eso creo. Hades está conmigo casi todo el tiempo.
—Me alegra que aprendas los deberes, así puedes ayudarle más al señor Hades y cuidarlo.
—Eso trato, aunque a veces es muy necio.
—Eso no te lo voy a negar.—Dijo él mientras se encogía de hombros.— aunque fue una gran sorpresa para todos saber que se casaría contigo.—¿Por qué? ¿Fue tan raro?
—Bueno, verás.—Dijo tranquilamente él mientras miraba a todos lados.— El señor Hades se pasaba mucho tiempo con esa ninfa llamada Mente. Creímos que tenían algo que ver.
El nombre de la ninfa hizo que a Perséfone se le revolviera el estómago. Tenía días sin verla, y la verdad no deseaba hacerlo. Miró a su compañero de re ojo mientras mordía ligeramente su labio inferior. Tànatos notó aquello y negó rápidamente.
—No me malinterpretes, Perséfone. No fue una relación confirmada ni mencionada por Hades a sus amigos cercanos.
—Lo sé. Ni siquiera sus hermanos lo sabían.—Dijo ella, un poco molesta.
—Creo que él simplemente se sentía solo. Es todo.
Pensándolo mejor, Perséfone se dio cuenta de que aquello era lo Mas obvio. Hades sentía que Mente era su compañía, y quizás por eso le resultaba un poco difícil alejarla de él.
ESTÁS LEYENDO
Hades y Perséfone. ???? [Editando]
FanfictionCuando el dios del inframundo decidió dar un largo paseo atráves del precioso bosque en donde su hermana Deméter habitaba junto a su hija, notó la belleza de una nueva flor, la más hermosa y virgen flor que jamás sus ojos habían visto. su deseo por...