Mi compañero | LIZKOOK

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Preocupaciones
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— ¿Dónde mierda se metieron?.

Dijo Namjoon frustrado mientras se ponía sus manos en la cabeza. Hace unos 20 minutos Lisa, Rose y Jimin debían haber llegado.

Por la parte de Jungkook se preguntaba si Lisa estaba bien, no se arrepentía de haberla dejado votada en medio de la carretera, "Sola, de noche, a oscuras y en un país que no conoce". Pensó Jungkook mientras se mordía el labio nervioso. La conciencia se lo comía vivo.

— Oye Nam, ¿Qué sería lo peor que les pasaría?.

— No lo sé, Jungkook. Tal vez encontremos sus cuerpos mañana en unas maletas.

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—¡Entonces el maldito hijo de puta me dejo en medio de la carretera. Si no hubiera sido por Jimin o Rose, tal vez me encontrarán mi cuerpo mañana en una maleta.

— ¡¿Enserio Jungkook?! —Grito Namjoon "furioso" y "estrezado"— Vayan a jugar, las apuestas comenzaron hace hace media hora. Sana, Taehyung vengan conmigo.

Y así como Namjoon indicó, Taehyung y Sana los siguieron. Iban en camino hacia dónde Johnny, amigo de Namjoon. Dueño del cansino.

— ¡Hola, viejo!.

Dijo Namjoon abrazando al Johnny, mientras que Taehyung y Sana solo hicieron una reverencia.

— Bien, a lo que vinimos.

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— ¡Comencemos está hermosa noche con un hermoso canto de parte de la señorita Shin!.

Grito un señor dejando pasar a una njla muy joven, algunos 13 o 14 años, alta, buen cuerpo y pelo negro.

Jungkook miraba atento la presentación. Sabía que había visto esa niña en otro lado pero no le presto atención a eso, pensó en como un padre podría traer a una niña así a un lugar a aparte de peligroso habían mujeres prácticamente desnudas.

— Es tu turno.

Dijo la pelinegra mientras se estaba mirando al mismo punto fijo que el azabache.

Lisa todavía estaba enojada, lo que más le enojaba, lo que más le enoja era que el actuaba como si no pasaba nada o la ignoraba. Habían ganado una ronda hace unos minutos y el solo sonrió y nisquiera se digno a mirarla.

— Escucha Jungkook, eres muy maduro para lo que quieres y una gran mierda cuando te lo propones. No sé qué mierda está pasando por tu cabeza pero no es normal, aunque nada en ti es normal. Párate, coge tus huevos y vete a ganar ese juego.

— Vaya palabras de aliento. Pero ese es tu problema, eres muy contraladora, ¿Te haz dignado a preguntarme que me pasa? ¿Qué por qué estoy así?. No

— Yo también estoy recibiendo las amenazas de muerte, para mi y mi familia. Ve a jugar, ya es tu turno.

Dijo ella dándole unas palmadas en la espalda al azabache y esto lo dejó atónito. ¿Acaso no era el solo que estaba recibiendo amenazas? ¿Por qué ella no le había dicho?.