capitulo 12: la empresa

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Después de las clases, Jonathan nos trajo a el departamento. Busco mi ropa y elijo ponerme una falda negra tubo, un suéter cuello alto blanco y una blazer color mocca. Me pongo unas botas tacón mocca y mi bolsa con mis cosas.

El trae una camisa blanca, unos jeans y una chaqueta.

Nos montamos en el auto. Solo veo como pasamos edificios.

- por qué llevas a el instituto ropa de súper mercado y ni vas arreglada pero sales y estás ....así ?- dice el.

- porque no te interesa mi vida - digo yo - esa es - señalo el edificio. Entramos y bajo mi vidreo - hola - abren las puertas y entra el auto. Le señalo mis puestos privados solo que digo que están vacíos y punto.

No pienso decir que soy magnate. No por ahora, me bajo del auto y camino a la entrada.

- buenos días señora Jhonson - saluda una de las de limpieza.

- buenas tardes - digo yo. Camino al elevador, saco mi celular y veo el mensaje de Eduardo de que en 10 minutos llegan los empresarios de Tokio.

Las puertas se abren y entro al elevador, están dos hombres y tres mujeres. Aunque las tres ven a Jonathan como si de las fueran a comer.

- buenas tardes señorita Jhonson - dice el pelirrojo.

- buenas tardes - dice el pelinegro. No saludo y sigo viendo el número que marca el elevador.

- no seas mal educada malas fachas - dice Jonathan.

- no me hables así, no te pases de listo conmigo - gruño. El elevador marca un piso y se bajan los dos hombres.

- tu nombre es ?- dice una de las Barbies, son silicona, plástico y pura extención de caballo.

- Jonathan Leins - les guiña un ojo.

- y trabaja aquí ?- dice una de ellas.

- pues no, solo vine a acompañar a ella - me señala.

- ah - dicen todas y me lanzan un mirada asesina.

- soy soltero - dice el.

- y codiciado - digo yo. Me pongo en la puertas del elevador, no quiero ver sus caras.

- eso ya lo vemos - dicen las tres.

- este es su piso - les digo y me hecho a un lado.

- esperamos volverte a ver por aquí - dice una de ellas.

- ya salgan - digo irritada. Ellas salen rápido - cobardes - se cierran las puertas - podrías no coquetear al frente de mi rostro ? Puedes hacerlo pero no en una situación que tenga que ver su afecto -

- celos ?- gruño.

- por favor de ellas ? Yo soy mejor y si no te das cuenta pues el que vale menos eres tú no yo - veo el número 57 y se abren las puertas. Me bajo del elevador y entro a la oficina de Eduardo - aquí estoy con este intento de hombre -

- llegas temprano guapa - se levanta. Se pone alfrente de mi - para ver una vuelta - me da la mano y me da una vuelta - pero que sexy, civilizada y hermosa te ves -

- gracias que mal que no pueda decir lo mismo de ti - besa mi mejilla y le doy un golpe bajo - te lo mereces -

- siempre ruda - dice el. Se acerca dónde Jonathan - te tocó difícil -

- déjate de niñeras y habla claro - digo yo. Solo quiero trabajar y esos dos hablan de lo ruda que soy.

Ten paciencia señor o mejor ten piedad en mi...

espía adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora