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|Capítulo 18|
-¿Qué rayos fue eso exactamente?...-. Preguntó Natasha mirando a Rogers como si el mundo entero se hubiera vuelto demente. O tal vez era ella solamente.
-Lo sé, el hecho de que los chicos de internet sepan más que nosotros de...-. Iba a comenzar a decir el rubio pero ella lo fulminó con la mirada de inmediato para que guardara silencio.
-No hablo de eso Rogers, hablo de Stark y la chica-. Agregó como si fuera obvio que de eso estaba hablando, mientras los dos salían del salón de reuniones en el que habían estado hacía unos minutos. No había problema al hablar porque Stark se había quedado atrás hablando con Jones y no podía escuchar lo que ella y Rogers estaban diciendo.
-¿De qué hablas?-. Preguntó el hombre perdido por completo en la conversación, Steve era el peor en el mundo para las indirectas, para las personas, para todo.
-Estás ciego...-. Resaltó Nat negando con la cabeza, en definitiva Rogers no vería nada obvio al menos que le golpeara en la frente -¿No viste cómo le respondió a Stark? He visto a internos caer por las escaleras al apenas ver al hombre cruzar el pasillo-. Recordó ella que en definitiva había visto a muchas personas perder los cabales por completo al acercarse a Stark, por ser quién era, sobretodo a los nuevos, a los recién llegados y a los internos, pero no la chica que habían conocido hacía un rato, parecía cómoda... quizá demasiado cómoda en la presencia del billonario, cosa que le intrigaba a Nat. Se la pasaba diciéndole a Stark que debía superar a Pepper y tal vez ya al fin lo estaba haciendo.
-Banner dijo que ya habían trabajado juntos, Tony ayuda con los niños de las pasantías, seguro es eso-. Aseguró Steve restándole importancia al asunto y quitándole las ideas de la mente a Natasha mientras se iba a responder a una llamada telefónica.
Nat se dio media vuelta para ver salir a Stark y __________ de la sala de reuniones hablando y bromeando, Tony parecía estar molestándola por algo y ella lo golpeó en el brazo... estaba pasando algo más entre esos dos, aunque todo el resto del equipo parecía ajeno a ello.
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No voy a mentir, era extraño...
Por más que intentara mantener las cosas como antes, por más que hiciera un esfuerzo en ver al chico que caminaba junto a mí y no pensar en lo que él sentía, era una sombra recurrente en mi memoria, era un velo extraño, invisible, de cierta incomodidad, interponiéndose entre nosotros y lo que solía ser antes.
-Creo que el viernes por la tarde estará bien-. Le confirmé revisando mi teléfono celular para asegurarme que no tuviera nada más que hacer. Incomodidad o no aún teníamos que entregar un proyecto a final de semestre, y teníamos la presentación en la semana de la ciencia, en el campus de la universidad estatal y delante de personas importantes
