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|Capítulo 37|
Aún estaba en el laboratorio cuando recibió la llamada, una llamada que no esperaba recibir esa noche en particular pero que lo alegró lo suficiente como para dejar lo que estaba haciendo a un lado, al menos al principio.
-Encontraron las armas Tony-. Había mencionado Banner por el teléfono, él ya iba camino a la ubicación por lo que Tony pensó en hacer lo mismo. Además de enviar un escuadrón a la residencia de Leon Tucker quien habían podido confirmar que era el hombre que habían estado buscando todo este tiempo.
-Ya envié a un equipo a arrestarlo iré para el almacén -. Le respondió enseguidaStark a Banner, levantándose del escritorio y tomando las llaves de su auto para salir de ahí -¿Quién encontró la ubicación? ¿Fueron los chicos de cartografía de la doctora Hadassah? -. Preguntó pensando, eran los primeros que se le venían a la mente.
-No, fueron mis chicos de hecho -. Le respondió Banner y podía sentir el orgullo a través de la línea -_____________ y María fueron quienes la encontraron -. Agregó y Tony no pudo evitar detenerse en el acto, justo antes de abrir la puerta del vehículo que estaba frente a él.
Ella iba a estar ahí cuando fuera, era lo más probable y no es que estuviera huyendo de ella, era solo que no la había visto desde... desde que básicamente le había roto el corazón. No pasaba ni un segundo sin que se arrepintiera de ello, el decirse a sí mismo que había tomado la decisión correcta por el bien de todos, solo funcionó al principio, pero luego vinieron las noches sin dormir, el llenar su vida con el constante flujo de trabajo, el intentar distraerse con otras cosas con el único propósito de no pensar... de no pensar en ella, sobretodo de no pensar en que había cometido un error.
Se sentía miserable, principalmente porque aunque le costara admitirlo, su vida no era particularmente feliz antes de que ____________ llegara; no se quejaba, las cosas no iban mal para él, sería un demente si se hubiera quejado, pero desde que ella llegó todo había sido diferente, era como si no supiera que pudiera ser más feliz, hasta que simplemente lo había sido...
Hasta que mandó todo al mierda por cobarde... Se maldijo a sí mismo porque a parte se odiaba por haberla hecho sentir mal, sabía que debería estarlo odiando en este preciso momento y a quién iba a engañar, él se odiaba a sí mismo también. Pensó por un instante dejar que Banner se encargara de las cosas, poner una excusa para no ir aunque ya había dicho que iría.
-Ese es el resumen del informe-. Le comentó Bruce al que no había estado escuchando desde hace unos minutos -Nos vemos allá -. Se despidió el otro finalizando la llamada, dejándolo sin otra opción más que montarse en su auto y conducir hacia allá, no podía seguir huyendo de las cosas durante toda la vida... todo iba a estar bien.
