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|Capítulo 31|
No era demasiado tarde, era simplemente que habíamos terminado con toda la lista de tareas por hacer que estaba colgada en la pared en el laboratorio de Banner ese día, María y yo habíamos pasado las últimas dos horas separando sustancias y revisando fechas de vencimiento de los componentes del estante que había que darle al departamento de desechos para que se encargaran de ellos, me temo que no era la tarea más divertida del universo y sinceramente estaba algo agotada mentalmente.
Iba de salida cuando me topé con Peter que en cambio iba llegando al laboratorio, él se detuvo algo sorprendido de verme o tal vez un poco nervioso, me había llamado ayer y luego de eso no pudimos hablar de nada más, no lo había visto en la universidad y el proyecto del profesor Anderson teníamos que adelantarlo mañana por lo que nuestros caminos no se habían cruzado desde la pelea hasta ese preciso momento.
-Hola -. Me dijo él no demasiado segundo en qué posición nos encontrábamos en ese instante.
-Hola -. Le respondí pero luego suspiré -Escucha Peter... Sé que quieres hablar de lo que pasó el otro día, lamento si lo que dije te hirió pero está claro que tenemos dos opiniones muy distintas de lo que estaba pasando y eso no va a cambiar -. Le aclaré de inmediato -Tampoco voy a disculparme por lo que le dije a Sofía porque es mi opinión y no voy a disculparme por ello -. Le informé a él que estaba algo sorprendido.
-Lo sé... no quise decir esas cosas... yo no sé qué me pasó -. Iba a comenzar a explicarse sin saber exactamente qué decirme.
-¿Seguro que no querías decirlo? Sonabas bastante sincero -. Le recordé porque después de que había insinuado que yo estaba celosa de Sofía, no había manera de recogerlo, era claro que los sentimientos que tenía por mí iban a interferir por siempre en nuestra amistad -Escucha Pete... si de verdad eres feliz con ella, me parece bien pero no me involucres en ello -. Le pedí -Mantengamos las cosas profesionales, aún tenemos un proyecto que presentar, así que limitémonos a eso -. terminé de decir porque sinceramente no teníamos que ser mejores amigos para poder terminar los deberes y que cada quien siguiera su camino.
-Si eso es lo que quieres... bien, nos vemos mañana supongo-. Aceptó él algo decepcionado asintiendo y continuando por el camino hacia donde iba cuando me lo encontré.
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La montaña de cosas que tenía por hacer Tony cada vez se hacía más grande, parecía que la pila de papeles en la esquina del escritorio se multiplicaba con cada segundo que pasaba y estaba ahí acechando su existencia, el teléfono por otro lado no había parado de sonar durante toda la tarde, primero fue un leak de información del gobierno nacional, al parecer unos hackers entraron al sistema del estado, además de que a unos imbéciles en Louisiana se les había ocurrido que era el día perfecto para volar la carretera principal en pedazos.
