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|Capítulo 32|
Debí romper unas mil leyes de tránsito para llegar al hospital central tan rápido como pude, Peter estaba en shock y pánico al mismo tiempo completamente preocupado por May, al igual que yo, no entendíamos demasiado bien lo que le había pasado porque Happy apenas si había podido explicar brevemente por el teléfono celular antes de que los médicos lo llamaran. La única información que teníamos con certeza hasta ahora es que algo malo había sucedido, una especie de accidente y May aún se encontraba inconsciente.
-No entiendo que...-. Murmuró Peter en el asiento del copiloto intentando hilar en su cerebro que pudo haber pasado, estaba claramente nervioso y preocupado por su tía.
-Ya estamos cerca -. Le informé doblando bruscamente a la derecha donde a un par de calles más adelante se encontraba el hospital.
Entramos enseguida al estacionamiento y por suerte había donde aparcar en el primer nivel aunque dejé que Peter saliera del auto primero para correr a averiguar qué pasaba mientras yo estacionaba el auto, después lo alcanzaría porque no quería que perdiera tiempo.
Apenas pude dejar el auto me bajé rápidamente y salí corriendo al elevador, habían mencionado algo del octavo piso por lo que me enfoque en ir allí y luego averiguaría donde se encontraban. En cuanto las puertas se abrieron busqué por todo el pasillo para ver si veía a alguien conocido por ahí y por suerte no tardé en ver a Happy con rostro de preocupación, junto a Peter y Ned que ya estaba ahí, fui con ellos enseguida.
-Happy... ¿Qué pasó? -. Le pregunté sin entender que le había ocurrido a May, estábamos en la unidad de cuidados intensivos así que la situación no podía ser tan ligera.
-Hubo una explosión en el edificio... aún no sabemos que la causó -. Me dijo sin demasiadas respuestas en comparación a nosotros, en cuanto un par de enfermeras más pasaban a la sala donde la estaban atendiendo -No ha despertado desde que la encontraron, no sabemos si va a reaccionar, los doctores dijeron que las heridas eran graves y... -. No pudo terminar de hablar sin que se le quebrara la voz con preocupación.
Vi de inmediato las manos de Peter comenzaban a temblar un poco, su rostro parecía perdido sin poder procesar del todo lo que estaba ocurriendo y en cuanto vi que sus ojos se llenaron de lágrimas no hice más que abrazarlo. Lo sostuve entre mis brazos con fuerza al momento en que rompía a llorar desconsoladamente.
-Va a estar bien Pete... todos los médicos están atendiéndola y van a asegurarse de que esté bien -. Le dije suavemente acariciando un poco su cabello para que se calmara.
-No puedo perderla, no después de lo de mis padres... no puedo perderla a ella también -. Murmuró él entre sollozos, no pude decirle nada más, simplemente lo abracé y estuve ahí junto a él para apoyarlo.
