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|Capítulo 62|
Peter se había enterado, sentí un hueco en el pecho por la forma en la que lo había hecho, quería explicarle, quería decirle que nunca fue nuestra intención herir sus sentimientos.
-¡Peter! ¡Espera!-. Le grité para que no se fuera de la habitación y el chico de hecho se detuvo justo en la puerta.
Volteó a mirarme, detrás de sus ojos pude percibir la molestia y lo dolido que estaba, el chico dulce y amable que siempre era bueno con todos, había desaparecido de su expresión por completo.
-No... no puedo creer que me ocultaran esto -. Dijo mirándome y luego a Tony -No puedo creer que tú...-. Le dijo a él pero su voz se quebró al final de esa oración que no pudo terminar y finalmente se marchó de inmediato.
-Tengo que hablar con él -. Dije intentando ponerme de pie, bajarme de la camilla, mi madre, que estaba sentada en un mueble junto a mí, me sostuvo para que no lo hiciera.
-Tienes que descansar -. Me dijo ella calmada.
-Yo iré -. Acordó Tony, que por el contrario estaba lleno de preocupación, tanto por Peter como por mí.
En ese momento Barnes entró en el cuarto, luego de llamar a la puerta y de que mi madre le dijera que podía entrar.
-¿Acabo de ver a Peter correr lejos de aquí? -. Me preguntó confundido.
-Cuídala -. Fue lo único que le dijo Tony antes de correr tras de Peter para intentar alcanzarlo.
-¿Qué está?... Oh -. Bucky se detuvo en seco, analizando por sí mismo y por mi expresión, lo que acababa de suceder -Se enteró... ¿No es cierto? -. Preguntó y yo asentí tomando una bocanada de aire, causando que algo en la máquina de mis signos vitales comenzara a sonar con un pitido -Hey... tienes que tranquilizarte, todo estará bien. Tony va a hablar con él -. Trató de calmarme Barnes, mientras que mi madre buscaba a la enfermera.
Una enfermera morena de rostro amable, entró a los pocos segundos a mi habitación y chequeó mis signos vitales.
-Está todo bien, solo está algo agitada... debe ser el estrés post traumático del accidente -. Dijo ella sin tener la menor idea de lo que estaba sucediendo -Voy a colocarte un calmante para que puedas descansar -. Me informó sacando un frasco de vidrio de su bolsillo.
-¡No! -. Le dije ahora más agitada, lo último que quería en éste momento era que me pusieran a dormir, lejos de la realidad, pero el pitido en el aparato se hizo más rápido.
-Hey, tienes que calmarte, solo descansarás un rato -. Me explicó ella con voz tranquila.
-Todo va a estar bien, cariño -. Me dijo mi madre -Tienes que estar tranquila, Tony se encargará de ello ¿si? -. Intentó que entrara en razón mientras la enfermera colocaba el líquido en la vía que lo llevaría dentro de mis venas.
