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|Capítulo 48|
La música sonaba de fondo en la radio del auto, el sol que había salido hacía unos minutos, se posaba ahora brillante en medio del horizonte al final de la carretera, Tony yo íbamos de vuelta al hotel en un viaje tranquilo en el que solo se escuchaba la música, mi mano reposaba en el reposabrazos en el medio del auto antes de que el la tomara entre la suya sin decir nada al respecto, solo siguió conduciendo como si nada sin soltarme hasta que llegamos... lo miré de reojos al conducir y sonreí para mi misma, realmente me agradaba estar con él.
Debimos llegar al hotel alrededor de las seis treinta de la mañana, dudo que los chicos estuvieran despiertos, tenía algo de tiempo para arreglarme y desayunar, hoy debíamos terminar de montar las piezas finales en el colisionador para volver en la noche a casa. Tony y yo íbamos por el pasillo hablando, de camino al elevador cuando vimos a Banner salir, nos saludó enseguida con la mano.
-¿Vienen del bufete del desayuno?¿Hay mucha gente? -. Nos preguntó pensando que veníamos del área del comedor del hotel.
-No... no venimos de...-. Iba a responderle pero se dió cuenta antes de que pudiera decirlo.
-Ustedes...Tienen la misma ropa de ayer... yo... yo no debí preguntar nada -. Aseguró entonces algo nervioso, acomodando sus gafas.
-Venimos de... -. Iba a decirle Tony pero él negó con la cabeza.
-¡No quiero saber! -. Interrumpió enseguida -Es muy temprano para esto, ni siquiera he tomado café, nos vemos luego en el laboratorio -. Lo corrigió algo incómodo siguiendo su camino para ignorarnos por completo como si tuviéramos alguna enfermedad, lo que me hizo reír.
-¿Cuánto tiempo más crees que le tomará acostumbrarse a la idea? -. Le pregunté a Stark cuando entramos en el elevador.
-Como mil años...y eso que no sabe que estamos juntos otra vez -. Me respondió burlándose un poco, sin esperanza alguna marcando el piso en el elevador.
-Yo también voy a necesitar café y una ducha fría para poder despertarme y llegar al laboratorio -. Le dije porque claramente no habíamos dormido mucho y ya me estaba pegando el cansancio, marqué también mi piso en el panel del elevador porque estaba un par de pisos más abajo que el de Tony.
-¿Y si me uno a esa ducha contigo? -. Preguntó él con media sonrisa divertida, pero yo negué con la cabeza de inmediato.
-¿Qué? No... pretendo llegar al laboratorio a tiempo y contigo eso no va a pasar -. Aseguré porque sabía que era así.
-¿Y si no vas al laboratorio hoy y vamos a algún lado? -. Preguntó entonces pero yo volví a negar con la cabeza.
-No puedo faltar al laboratorio, vamos a terminar de arreglar el colisionador -. Le respondí al momento en que ya íbamos a llegar a mi piso.
