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|Capítulo 4|
Era el vivo retrato de una niña en una tienda de juguetes en ese instante, no dudé en correr a ver todas las cosas, junto a los demás que parecían igual de emocionados que yo una vez que nos encontrábamos en el laboratorio. Luego de que el Doctor Banner nos dejara explorar el área un poco, él y Stark nos dividieron en grupos para comenzar a trabajar de inmediato, Liam y Laura estaban con Stark trabajando en la base mientras que Peter, María, Banner y yo estábamos logrando un progreso con el mecanismo central de todo el aparato, del lado opuesto del laboratorio. A todos nos habían dado el material necesario, con batas de laboratorio bordadas con el logo de Stark Industries, gafas protectoras y demás... todo era increíblemente genial para ser el primer día y yo no podía creer que iba a trabajar aquí por unos cuantos meses; y tenía que agradecérselo todo a Peter.
María parecía bastante agradable, por lo menos por el par de horas que llevábamos hablando mientras trabajabamos, Peter estaba haciendo bromas cada dos segundos como de costumbre y haciendo que Banner estuviera al borde de perder la paciencia, pero algo me decía que ese, de por sí, era su estado natural.
-Tengan cuidado con eso...pueden colocarlo pero con cuidado-. Nos advirtió Banner pasándonos los conectores y nos hizo señas de que no fuéramos a volar el lugar en pedazos mientras el iba a buscar otra cosa que nos hacía falta.
-Bien, según esto tenemos que poner 14 gramos...-. Dijo Peter revisando sus notas en una libreta y abriendo la caja con el material que nos había dejado Banner, María comenzó a pesar la sustancia con una textura parecida al mercurio pero que en definitiva no era mercurio para luego agregarla a la base que habíamos preparado. Yo estaba revisando las notas de Peter para asegurarme que todo estuviera en orden pero algo llamó mi atención al instante...
-¡Espera!, no son 14 son...-. Iba a gritarles, pero ambos ya estaban agregando todo junto y no hubo momento de reaccionar de ninguna manera cuando un estruendo se escuchó en todo el lugar.
Toda la solución generó una explosión de mediano tamaño que causó a su vez que un par de cosas que estaban en la mesa salieran volando en pedazos, incluídos un par de frascos de vidrio que mandaron trozos por doquier. Los tres intentamos cubrirnos de la explosión pero simplemente no hubo tiempo de nada porque para cuando nos dimos cuenta ya solo había un hoyo en el centro de la mesa con una extraña sustancia en el medio que parecía seguir derritiéndose.
-¡Qué demonios fue eso!-. Exclamó Stark viniendo enseguida alarmado.
-¡Creo que va a volver a expl...!-. Iba a decir María al ver a la sustancia cambiar de color otra vez, pero Tony de inmediato presionó algo en su reloj que en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en una cosa metálica que cubría su antebrazo y disparó algo que hizo que la mezcla solo se congelara ahí en medio dejándonos a todos sorprendidos.
