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|Capítulo 34|
Era sábado por la noche por lo que el bar estaba algo lleno de gente pero no demasiada porque apenas eran las ocho, había puestos libres en la barra y en unas mesas de madera alrededor. El ambiente tenía luces opacas y un par de letreros de neón con tonalidades brillantes que brindaban el resto de la iluminación necesaria, la música sonaba de fondo entre las conversaciones que se mezclaban, las risas, las discusiones, todo se volvía un murmullo intangible de cosas sin sentido.
Eddie y yo nos abrimos paso hasta una de las mesas que estaban junto a la pared de ladrillos del bar, era extraño como había vivido años a dos calles de este sitio y nunca había pensado en entrar, no era persona de ir a bares, mucho menos a uno como éste, pero aquí estaba y no es que me importara demasiado.
-¿Qué quieres tomar? -. Preguntó Eddie para ir a la barra -¿Whiskey? -. Inquirió y yo lo miré de mala manera.
-¿Te parezco alguien que toma Whiskey? -. Pregunté con algo de sarcasmo.
-Te traeré algo con vodka -. Dijo sin más marchándose por nuestras bebidas, por un instante me estaba arrepintiendo de haber venido, sinceramente preferiría estar en casa, cómodamente en mi cama, sin tener que lidiar con todo este ruido, todas las personas... puede que solo tomara un trago y volviera al departamento -Aquí tienes -. Escuché a Eddie volviendo con un par de vasos para los dos, se sentó entonces frente a mí.
Me di cuenta de que los dos no teníamos absolutamente nada de qué hablar, cero cosas en común, aparte de que apenas nos conocíamos o soportábamos, por lo que solo comencé a tomar el trago que estaba frente a mí para evitar cualquier conversación. Entonces la estúpida canción que estaba sonando cambió a 'Crazy' de Aerosmith, y la viva imagen de esa noche en el departamento de Tony, cuando me pedía que me quedara con él, cuando bailábamos alrededor de la sala, ese específico recuerdo vino directo a mi cabeza como un ladrillo que solo amenazaba con destruir la poca sanidad que me quedaba, por lo que maldije en voz baja terminandome el trago de una sola vez.
-¿Vas a decirme que te pasó?-. Preguntó el hombre frente a mí al escucharme quejarme -Sé que soy la última persona con la que quieres hablar ahora...-. Aseguró y tenía razón, no quería hablar, menos quería hablar con él que no entendería en lo más mínimo lo que me pasaba.
-Sí... no vine aquí para que fueras mi maldito terapeuta, solo vine porque quería un trago y tú también -. Le respondí de mala gana y él asintió terminando su trago también.
-Iré por otro par de estos entonces...-. Dijo más como una pregunta y yo asentí rodando los ojos.
-No puedo creer que pusieran esa maldita canción -. murmuré entre dientes colocando mi cabeza entre mis manos al momento que me recostaba sobre la mesa intentando no seguir pensando más en el estúpido de Stark, mientras Eddie iba por más bebidas.
