N u e v e

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Finalmente, sábado. Si, pensé lo mismo ayer y nada salió como lo esperado, pero en mi defensa, esta vez hice planes concretos y no hay madres ni vecinos involucrados.

Tan solo Dennis, yo y por supuesto Whiskers, como en los viejos tiempos. 

Cuando Dennis tocó la puerta me entusiasme y corrí a abrir la puerta. Al fin mi primera visita (deseada) en mi nuevo hogar. Nos dimos un fuerte abrazo y reímos como tontas. 

—No puedo creerlo. Tu nuevo departamento. Tuyo y para ti solita. Es increíble. —dijo al apartarse y observar todo el lugar. 

—¡Lo sé! 

—Y no podía faltar Don Whiskers. —ella lo saludó acariciando sus orejas con cariño. Claro, antes de ello Whiks olió su mano y le permitió a Dennis el gran honor de acariciarlo. 

—¿Y, qué crees?

—Que no parece tu departamento. Esta demasiado ordenado aquí. —puse en blanco mis ojos pero sonreí sin poder evitarlo. —Oh, antes de que lo olvide... —se acercó y me dio un golpecito en el hombro.

—¿Eso porqué? —me quejé mientras frotaba mi hombro.

—Eso por no decirme que tienes un vecino increíblemente sensual. 

Inmediatamente pensé en Travis y me reí con profunda diversión, totalmente de acuerdo con ella, que Travis era hermoso es simplemente indiscutible. 

—Esta bien, pero estaba esperando para contarte acerca del chico de ojos caramelo...

—¿Caramelo? ¿De qué estás hablando? Estoy hablando de ese chico rubio de ojos azules. 

Mi humor cambió drásticamente y creo que se vio reflejado en mi rostro. Por algún motivo, que este hablando de Gael me molestó. Quizás es porque si supiera que Dennis piensa que es guapo, su cabeza explotaría de lo mucho que su ego podría inflarse. 

—Ah, él... es un idiota. —murmuré sin saber qué decir.

—¿A quién le importa si el idiota está bueno? —sonreí y di vuelta mis ojos. 

—Eso es porque todavía no lo has conocido lo suficiente. —repliqué. 

—Entonces tendré que venir más seguido para conocerlo. 

Una parte de mí estuvo realmente feliz de que Dennis quiera venir seguido a casa, y otra un poco irritada, ya que al parecer ese chico saca lo peor de mí. Su sola mención me pone de mal humor.

No importa que sorprendentemente sea un caballero y que coma con una mujer mayor para que esta no se sienta sola... 

—¿Como conociste a este chico?

—Tropecé con él al salir del ascensor. Fue realmente educado aunque fue mi culpa chocar contra él.

Sentí uno de mis párpados moverse en contra de mi voluntad, irritado hasta la médula como yo misma y cada parte de mi cuerpo. ¿Él la trató como un ser humano decente? ¿Acaso yo era la única —además de su hermana, claro—a la que molestaba? Cuando lo vuelva a ver...

—Espera, ¿hablaste de un chico de ojos caramelo? ¿Estas diciéndome que tienes dos vecinos sexis?—me preguntó con interés e hizo un amague de golpearme otra vez el hombro y me alejé para sacarle la lengua.

—Si, estaba esperando que nos veamos en persona para decírtelo. Él es muy amable y, claro, guapo también. —señalé la ventana que da a su departamento. —Vive allí. Su nombre es Travis.

—Necesito su apellido, voy a buscarlo por las redes sociales. Sabes que si te gusta necesita mi aprobación. 

Me reí.

Mi querida bola de pelos |✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora