Relatos ahogados en frascos de tinta II

6º Día - Roedor

—Encerrados llena de ordenadores disfuncionales, menudas vacaciones, amor.

Dos individuos a oscuras se miraban.

—Al menos estás conmigo Nekry.

Su relación era secreta, pero no por ser dos varones, sino por sus diferentes especies. El primero en hablar era la evolución de los felinos, mientras el otro, la de los ratones. Y así como en antaño se hacía la gracia del ratón cazado por el gato se habían enamorado.

Pero eso lo dejaremos para otra historia.

Sucedía que en un momento dado haciendo labores en la nave donde vivían se habían quedado atrapados en la peor sala de ella, la de navegación. Un lugar que como la nave estaba anclada al planeta que consideraban su nuevo hogar no servía de nada desde que ambos eran pequeños.

—Eres un roedor ¿No? Cómete los cables Sourze —sugirió el gato.

—Y me lo electrocuto, tu podrías usar tu visión nocturna, tu raza tenía ese "superpoder" —ríe jocosamente—.

Y esa era otra, resulta que como la sala de navegación no se usaba desde hace tanto tiempo, las bombillas rotas nadie las remplazaba, por tanto estaban completamente a oscuras.

—Pues la verdad es que si, sigo viendo mejor en la oscuridad, pero en este momento no me sirve de nada.

—¿No dijiste en la entrevista que sabías electrónica?

—Mentí.

Sourze se quedó un rato en silencio, Nekry había podido captar el rostro de decepción de su novio, como si una mentirijilla fuera algo tan importante.

—¿Por qué no me lo dijiste? —llegó a decir Sourze intentando no sonar cabreado.

—Pues.. es que no me sentía capaz, es una de tus pasiones, no quería que te sintieras mal..

—Cariño, somos los electricistas de la nave.

—Técnicos de electricidad suena mejor.

—Pero no te interesa el tema de la electricidad.. vaya

—Parece que lo has pillado —apuntó el felino

—Te gustan mucho los cables.

Nekry se pasó una de sus manos por la cara golpeándose con ella.

El golpe se escuchó bastante hasta el punto de rebotar por la sala.

—Espera... Hazlo otra vez

—¿Me tomas el pelaje? —pregunto el humano gato.

—No, es que creo que podemos salir de aquí.

—¿En plan murciélago?

—Exactamente

Era una idea muy buena, aunque eso no les hacía que la puerta por donde habían pasado se abriese sola. El humano ratón no había contado con eso. Pero nadie sabe como si alguna de las 14 deidades que regían el mundo los escuchó que mientras probaban lo del sonido para salir, claramente no haciéndose tanto daño, la puerta se abrió y un halo de luz linterna los iluminó. Estaban salvados.

Después de eso Sourze tuvo una charla con Nekry. Y ambos estudiaron para su nuevo trabajo. Por fin uno en el exterior. Se dedicarían a la arqueología. Y a la vez como misión especial el rescate. Todavía quedaba gente de la época de antes del anillo.

Ellos intentarían explicar el nuevo acuerdo mundial.

No iba a ser nada fácil.

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