"Mamá, papá. Soy un personaje de videojuego" fue lo primero que me vino a la mente después de investigar sobre mi vida. Estuve meditándolo un rato y supe que sería un tanto tonto decírselo a mis padres, ellos ya debían de saberlo. "¿Cómo había tardado en darme cuenta?"
Esa afición de mi madre de poner siempre la misma música cuando estaba en mi casa, ese vecino que le daba por ambientar la escalera y el tonto de la esquina con el coche que ponía varias melodías en bucle. Estaba claro. Estaba dentro de un videojuego.
Y es que no es normal que haya tanto sonido en la vida, pero había un fallo en el sistema, ¿Cómo sabía que carecer de OST no era normal?
Fácil, por los libros. Solía leer mucho antes de ser consciente de la realidad, esos libros estaban hechos para ser un conjunto de datos de fondo. Al principio no me lo creía, atesoraba aquella anciana biblioteca (la cual también tenía música, pero calmada y a bajo volumen) por los libros que poseía, pero como ya había dicho. Antes no había tantos en mi mundo.
De hecho me di cuenta cuando en casa de un amigo encontré la estantería con varios iguales. Y los que no, estaban en blanco.
En mi casa buscando también lo encontré. Los mismos libros exactos, por eso hablé en pasado cuando hablaba de la biblioteca ¿Qué sentido tiene volver a ese lugar?
Lo mismo pasaba con el hecho de afirmar que estaba dentro de un videojuego ¿Existían juegos aquí que me hicieran encontrar el símil? Si. Bastantes, más que libros existían en este mundo que cada vez se me hacía más pequeño hasta asfixiarme. ¿Era yo también un conjunto de datos? Vacile, no lo creía.
¿Entonces habría alguna forma de escapar? Suponía que no.
Así que intenté hacer vida normal, de vez en cuando intentando buscar errores a base de conversaciones que acababan mayoritariamente con la IA (no consideraba que mis compañeros fueran humanos) sin respuesta. Hasta que un día, que marchaba desde mi casa a clase me di cuenta. ¡No había música! ¿Estaba entonces equivocado con mi teoría? La melodía era un eje central de la historia que había pensado, si eso no era verdad se podía tambalear.
Me dije, "No, no puede ser".
Está claro que estoy dentro de un videojuego.
Y se me ocurrió una brillante idea.
Tendría más de una vida aparte de la mía. Una vez muerto volvería a repetir el día.
Así que espere a que la música volviese para llevar a cabo el plan.
Pero desde ese día no lo hizo. No es que definitivamente no se escuchase ni una melodía, pero ya no era algo continuo. Sino una canción que suena en algún momento porque de refilón las escuchas.
Así que enterré esas ideas de juegos. Y pasaron muchos años, formé una familia con alguien, tuve hijos, después nietos. Viví durante 86 largos años y cerré los ojos rodeados de todos ellos.
Entonces desvaneciéndome en la nada lo escucho.
Es la música de los créditos.
Suena una alarma, soy joven de nuevo, me miro buscándome algo extraño y lo encuentro.
Sólo he perdido una vida.
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Relatos ahogados en frascos de tinta II
Cerita PendekRecopilación de relatos inspirados en las palabras del Inktober 2020 Atrévete a explora desde un problema para subsistir en un submarino, como radios de seres mágicos donde nunca te creerías, aventurarte en relatos de dragones que no son tan malos...