18º Día - Trampa

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Era muy pequeño para entender lo que pasaba, al menos la parte oscura de la situación. Estaba feliz de ver a mi familia animada, es más, toda la aldea lo estaba. Era la primera vez que conoceríamos a alguien de fuera. La nave acababa de aterrizar. Los seres que bajaron de él no se parecían, al menos en aspecto a nosotros. Nos llamaron aliens cocodrilo y eran muy extraños, pero mi pueblo creyó que venían en son de paz y fuimos enredándonos en la telaraña de los nuevos inquilinos.

Nadie de nuestro pueblo imaginaria que el confiar en ellos era una trampa. Sabían nuestro idioma a través de la tecnología y al parecer no era su plan haber llegado a nuestro mundo, fue un error en el viaje, según nos dijeron. Tenían que reparar la nave, cuando lo hicieran se irían.

Yo también me confiaba, aunque algo me decía que no debía fiarme.

Y mi familia al entender que no era tan bueno como todos los demás, me hacían el vacío.

Y en un momento dado desaparecí.

No fue de forma absoluta, como era joven vivir en los alrededores habría sido algo increíblemente difícil, lo que realmente sucedió es que apenas salía de casa, incapaz de ver que algunos de los vecinos cercanos no habían vuelto de sus viajes.

Y un día, explorando, alejado de donde vivía, los encontré, inertes, con ojos en blanco y expresión de puro terror, tardé en darme cuenta que eran cadáveres, cuerpos que tenían heridas profundas, como si hubieran intentado saquearlos para obtener algo de ellos.

Recuerdo llegar a mi casa, intentar explicar con mis palabras lo que encontré, pero por mi anterior comportamiento nadie me creía. Pasar semanas teniendo pesadillas, durmiendo por agotamiento y aislado más que antes.

Hasta que un día escuché gritos. Se había visto a los dos seres de la nave asesinando a gente de la aldea. Sin esperar defensa, acabaron con ellos de la forma más cruel posible, yo sin participar, le odiaba pero no tenía fuerza suficiente para tal acto.

Habían pasado cerca de 2 años desde que aparecieron, algunos aprendieron su lenguaje y poco después de la muerte de los individuos se encontró un diario escrito como por uno de los tripulantes. Resultaba ser que aquel par de individuos vagaban por el espacio sin rumbo fijo creyendo que ya iban a morir allí dentro, estaba escrito el descubrimiento de este planeta al que habían llamado Mimplosati y cómo al comprobar si era un territorio para vivir con su tecnología, su plan era explotarlo todo lo posible y informar a su raza de que nos conquistaran.

Al saber que estaba habitado, tuvieron miedo de que no fuéramos inofensivos y cuando descubrieron que lo éramos, intentaron sacar todo el conocimiento que podríamos para usarlo con fines militares. En el diario estaba todo lo que habían aprendido sobre nosotros, nuestros venenos, nuestra tecnología, la cual decían ser muy primitiva, y la parte que nos horrorizó a todos. La que hablaba de nuestra piel.

En sus palabras ponía, "son como cocodrilos, eso vende mucho".

Tras ser examinado por mucha gente se eliminó toda prueba de este suceso, únicamente se contaba de boca en boca. Y algunos alterando la historia para llevarla a terrenos cómicos o de terror.

Fue la primera vez que tuvimos contacto con esos seres.

Los cuales protagonizaron nuestras pesadillas hasta la época del gran genocidio. 

Donde, se había cumplido nuestra venganza.

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Relatos ahogados en frascos de tinta IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora