6. El beso y el miedo

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CAPÍTULO 6

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CAPÍTULO 6

"El beso y el miedo"


—¿Desde cuándo respondes las preguntas con preguntas?

Nadia se quedó en silencio, no pude evitar que una sonrisa se plantara en mi rostro.

¿Por qué siempre a la gente le importaba lo que hacían o pensaban los demás?

O sea solo quería saber el porqué de las cosas, no el porqué de lo que era él.

Ella me miró y cuando yo también volteé para verla, empezamos a reír abiertamente.

—¿Te molesta si voy? —le pregunté cuando dejamos de reír.

—Para nada —me contestó con una sonrisa restándole importancia.

Fruncí el ceño, —¿En serio?, ¿No te molesta quedarte sola?

Pensé que se enojaría al preguntarle si podía irme, era mi primer día y se que estaba mal. Después de todo, creo que tengo que empezar a buscar empleo. No quería abusar de mi amiga.

—No, vos anda que yo me encargo de los clientes.

Le agradecí vergonzosamente y me puse el abrigo para luego salir de la Pastelería.

Cuando salí, empecé a caminar tranquilamente y recordé el día en que ví por primera vez la plaza de ese tranquilo lugar.

Todo parecía mágico, desconocido e irreal. Y en ese momento, después de una semana más o menos, sentí que ese podía ser mi nuevo hogar.

De camino a la oficina de Bruno, vi a Gian parado a unos metros de mí. El me sonrió y empezó a acercarse.

—Amber —dijo en señal de saludo —, no esperaba verte tan temprano por acá.

Lo miré incrédula.

Estaba equivocado si pensaba que iba a vivir encerrada y solo saliendo para ir a comprar.

—Como ves acá estoy —sonreí —Vine a ayudar a tu hermana en la Pastelería de la cual me acabo de enterar hace poco tiempo.

Luca río y negó con la cabeza.

—Así es Nadia, ella dice que las cosas con a su debido tiempo. Y ahora, ¿A dónde vas?

Abrí los ojos en grande, y reí nerviosamente.

—Solo salí a tomar aire —mentí —Después de todo, me siento parte de este lugar.

—Eso es genial, me alegra ver que estás bien y de buen humor.

Mi sonrisa se esfumó.

¿En realidad estaba bien?

No, no lo estaba.

—En realidad, estoy de buen humor, pero no bien —le confesé —Pero estoy intentando aceptar mi nueva vida un poco más fácil con cada nuevo día.

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