27. Llegar lejos

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CAPÍTULO 27

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CAPÍTULO 27

"Llegar lejos"

NARRADOR OMNISCIENTE

Bruno estaba a cargo de mantener a Jacob y Nadia a salvo. Sin embargo, Calum encontró el camino a la cabaña de Nadia y los amenazó. Y es que, la cabaña que había soñado Amber que era de Bruno en realidad era de Nadia y su amigo de pelo azabache vivía en otra totalmente diferente que Am nunca había conocido.

Bruno venía de comprar alimentos ya que últimamente estaba con su hijo de corazón en la ciudad alquilando un departamento, al entrar a su cabaña dejó las compras sobre la barra y como de costumbre se sirvió un trago. Mientras bebía de su copa, miró la cabaña de Nadia a través de la ventana, ya que en el sector había cinco.

La primer cabaña era de una pareja joven, la segunda de unos ancianos con su nieta, la tercera la de él, la cuarta de Gianluca y la quinta otra pareja homosexual que se habían mudado al pueblo desde hace dos años.

Bruno podía ver la ventana del living de Nadia, a esa hora del día debía haber más luz brillando a través de ella, pero la luz era algo tenue... le pareció raro y recordó las palabras de la chica de la que estaba enamorado.

—Tú ve, lindo, yo cuido a Jacob

Ella lo alentaba a ir de compras, pero Bruno no los quería dejar solos.

—Voy y vuelvo —avisó él mientras se ponía el abrigo —Dejo un par de cosas en mi casa y vuelvo con otras para cenar.

—Okey —le dió un corto beso en los labios —Te quiero —murmuró al separarse escasos centímetros.

—Yo más —le dijo él con una sonrisa y le dio otro beso.

—Dale, que va a oscurecer —le advirtió su novia y lo alejó juguetonamente.

—Jacob, ¡ya vuelvo!

—¡Bueno, pa! —le respondió el niño desde su habitación.

Bruno agarró la mitad de las bolsas y salió de su casa sin pensarlo dos veces.

A pesar de la situación en la que se encontraba, Nadia seguía tranquila y pensaba con agudeza, no quería que Calum viera ninguna de sus debilidades.

Muchos menos del niño con el que estaba presente, no quería imaginarse lo que haría si le llegaban a tocar a un pelo a su hijo. Para ella lo era, pues durante los seis años que estuvo con Bruno, ella y su hermano lo ayudaron a criarlo prácticamente.

Puede que parezca inocente e ingenua, pero siempre tuvo la fuerte voluntad de proteger a las personas que amaba con su vida. Eso fue exactamente lo que hizo esa vez también.

—¿Qué es lo que quieres de nosotros, Calum? ¡Estás equivocado si crees que Amber se rendirá y no te pondrá a ti y a Lila tras las rejas!

—La mejor jugada de un cazador es hacerle creer a su presa que tiene todo bajo control.

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