Mi dedo índice se deslizaba por su espalda desnuda. Lo movía de arriba abajo por el hueco de su columna vertebral. Ella dormía y yo solo disfrutaba de verla dormir. No había nada más lindo que verla descansar. La sabana blanca tapaba su cuerpo hasta la cintura y yo ya había aguantado demasiado. Tenía ganas de besarla como si no hubiese mañana.
-Amor – la llamé -. Danna, Amor
Ella solo soltó un quejido antes de darse vuelta en la cama. Me reí ante dientes.
-Tengo hambre – susurro
¿Dónde estuviste toda mi vida?
-Buenos días – dijo girando su cabeza contra la almohada para verme
Sonrió sin abrir la boca y me acerque hasta ella para dejar un beso en su mejilla.
-Buenos días. ¿dormiste bien?
Asintió levemente entusiasmada y enseguida supe que debía llamarla amor más seguido.
- ¿Está lloviendo? – preguntó mirando hacia la ventana mientras se sentaba en la cama.
Sostuvo la sabana contra su cuerpo como si nunca la hubiese visto desnuda en mi vida. La miré divertido y moví mi cabeza de arriba abajo.
-Voy a preparar algo para desayunar – avise poniéndome de pie
Había despertado temprano y estaba aburrido de estar en la cama.
-Ahora bajo – dijo en voz suave y la vi acurrucarse entre las sabanas justo antes de cerrar la puerta.
Apenas puse un pie en la cocina supe que nunca dejaría que bajara sola. Agustín y Michael estaban sentados en las altas banquetas mientras devoraban su plato como si no hubiese probado un bocado en días.
-En serio, el desayuno americano es una maravilla – exclamo Agustín apenas me vio
-Hermanos, se los voy a pedir de buena manera y espero que tenga que hacerlo solo una vez – advertí -. ¿Pueden ponerse al menos unos pantalones cuando Danna este acá?
-Nada que no haya visto antes – agregó divertido Michael mientras se limpiaba la boca.
Abrí los ojos para lanzarle una mirada asesina.
-Igual hace un frio increíble aquí – dijo sobándose los brazos -. Hoy el clima esta asqueroso
Me acerque a ellos mirando la hora en el celular. Danna no era de tardar mucho en cambiarse y ni quería que se la cruzaran en las escaleras.
-Muevan su culo de ahí y déjenme a solas con Danna
Bajaron de sus sillas dando un saltito y caminaron entre puteadas.
-Estoy pensando que sería buena idea volvernos a casa – bromeo Agustín justo antes de salir y abrí mis ojos aterrados.
No. No era eso lo que quería. Tener a mis amigos y ahora a mí novia conmigo era lo mejor que podía pedir. Busque las capsulas de la cafetera mientras pensaba en que hacer para que permanecieran conmigo. Buscar un departamento para ellos no es una mala opción.
- ¿En que piensas?
Giré mi cabeza desesperado por verla. Me había sacado de tema y cuanto se lo agradecía. Camino hacia donde estaba y se sentó en una de las banquetas observándome. Se había puesto el polo que yo había usado el día anterior y los pantalones que me había encargado de esconder.
-Hacía mucho que no te ponías esos pantalones
Acaricie mi barbilla, pensando en cómo lo había encontrado. No tenía idea de que se había dado cuenta de que se los había escondido.
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Fake
RandomAmbos luchaban por lo mismo. Los diferenciaba una cosa: Él tenía el mundo a sus pies. Ella luchaba por tener el mundo a sus pies. Adaptación Créditos a la autora original.