22- Confesiones.

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—¿Hablas enserio? —Ya tenía una sonrisa en el rostro.

—Si, tienes que ir mañana en la tarde te harán algo así como ver si eres bueno y eso y ya. —Renjun me devolvió la sonrisa. Tendría trabajo y lo mejor es que la dirección era cerca a la empresa en la que Jaemin hacia sus prácticas por lo que recogerlo sería pan comido los días que sean necesarios.

—Ren, gracias. —Me atreví a darle un abrazo amistoso totalmente algre por aquella noticia.

—Te visitaré a menudo allí.

  Lo primero que hice al llegar al departamento fue tirarme en la cama, estaba cansado de los trabajos que había hecho para la universidad pero estaba feliz y agradecido por la ayuda de Renjun con lo del trabajo.

   Escuche la puerta sonar al abrirse así que me levante, se suponía que Jaemin no llegaría temprano pero ahí estaba quitándose la chaqueta del traje y regalandome una sonrisa dulce.

—Creí que salias más tarde. —Susurro acercándome mientras le devuelvo la sonrisa.

—¡Estas de buen humor!—Exclama alegre y me rodea con sus brazos.

—Creo que conseguí trabajo, mañana tendré mi primer día, verán si soy bueno y todo eso. —Se alejó un poco y me mostró todos sus dientes en una gran sonrisa.

—¡No lo puedo creer! ¿Donde? ¿Puedo acompañarte? ¡Ay que emoción!.—Se lanza de nuevo a mis brazos y termino por estrecharlo.

—Es cerca a tu empresa, puedo seguir recogiendote. —Murmuro sobre su oído.

   Su emoción es tan grande que cuando me separó un poco de su rostro se acerca y me deja un sonoro beso en los labios.

   No lo había pensado bien antes pero es como si estuviéramos casados o algo parecido, nisiquiera lo pensé cuando comenzamos a salir, es decir... salir con la persona con la que vives, se siente mucho más extraño de lo que se siente salir formalmente con alguien, y si contamos que la primera persona con la que salgo es un chico se siente aún más extraño. Pero no como algo malo, solo nuevo, siento que todo ocurrió tan rápido que ni me di cuanta y cuando menos pensé ya estaba loco por este chico con cabello rosa, ojos brillosos, piel suave y una actitud tierna jodidamente adictiva, claro, como sus labios.

   Me da repetidos besos en la mejilla sacandome de mis pensamientos. Le miro sin poder cambiar mi sonrisa y el está más sonrojado que nunca con sus orejas coloridas y sus cachetes rojos.

  Veo que cierra los ojos con fuerza lo que me hace reprimir una carcajada, termino por acercarme a su rostro y juntar nuestros labios, entonces él relaja todo su cuerpo y me corresponde torpemente sosteniéndose de mis hombros.

  Sin soltarlo, dirijo torpemente mis pasos arrastrandonos a ambos al sofá, aún saboreando sus labios con los mios, no sólo eran adictivos sino encantadores, podría durar horas simplemente besandolo. Suaves esponjosos y dulces como un caramelo.

  Terminé por caer sentado en el sofá soltando una risita que contagió a Jaemin. Nuestras miradas se conectaron, la adrenalina subió por todas mis venas quería mas, como si estuviera destinado a permanecer en sus brazos lo atraje por la cadera y aunque sus ojos eran temblorosos se sentó en mi regazo igual a cuando estuvimos en su habitación, de su casa.

—Be-besame—Murmuró sobre mis labios.

   Sonreí embelezado por sus palabras y cumplí sus órdenes besandolo con fuerza, casi rudamente chocando nuestros labios mientras introducía mi lengua acariciando su paladar. Lo escuche gemir y ese fue el detonante de un gran descontrol que se produjo en mi interior.

   Baje por su mandíbula con tiernos y húmedos besos que lo estaban volviendo loco. Y como si fuera poco los primeros botones de su camisa estaban sueltos dandome más acceso a su cuerpo. Dejándome hipnotizar por su aroma y su cálida piel.

—Mmh..

  Me detuve de manera abrupta alejándome. No podíamos hacerlo, por muchas razones. Si fui su primer beso, también sería su primera vez y no lo haría así, como si nada, Jaemin no era una aventura. Nisiquiera tenía la menor idea de cómo se tenía que hacer con un hombre y como debía cuidarlo, no sabía nada y eso no me ayudaba. Y obvio, estábamos saliendo nisiquiera éramos formalmente novios. Además de que también era algo muy nuevo para mí, y tenía que saber cómo afrontarlo para no terminar lastimando ó espantando a Jaemin.

—Mmm... Jeno.. Tu celular está sonando. —Su voz no sólo sonaba nerviosa sino dolida. Eso hizo que sintiera una fuerte punzada en la boca del estómago.

   Se bajó de mi regazo a lo que yo busque mi celular y conteste sin siquiera mirar el nombre.

—Hey Jen, ¿estas en el departamento?

—Si Mark, ¿Pasa algo? —Sonaba algo seco pero era debido a la situación.

—Estoy desocupado y pensé que podríamos vernos para hablar un rato.

—Si claro. ¿A que hora? —Me paso una mano por el cabello exasperado.

—Ya, voy de paso al departamento. —Le quiero contestar pero termina por colgar y yo simplemente dejo el celular a un lado.

   Escucho sonidos provenientes de la cocina, lo que me deja saber que Jaemin esta allí. No sé si este enojado ó haya interpretado mal lo que sucedió. Solo quiero solucionar las cosas lo más pronto posible.

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| MY GAY BOY | NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora