¿Me hablas a mi? - Bughead

ᴀᴅɪᴏꜱ

Betty Cooper

Una semana.

Una semana desde que terminé con Jughead, ahora solo lo veo en la escuela y se nota que está bien, y eso me alegra aunque también me duele saber que nuestra ruptura no le afectó.

Me dirijo hacia clase de literatura, la cuál comparto con Jughead, pero para mi suerte Cheryl camina junto a mi. Está frente a la puerta del salón conversando animadamente con Lucy, siento que voltea en camara lenta cuando su mirada cae sobre mi haciendo que se ponga nerviosa.

Compartimos clases pero ni siquiera nos mirabamos ¿Ahora qué hago?

Cheryl me golpea el brazo disimuladamente haciendo que reaccione, trago y paso por su lado para entrar al salón y sentarme lo más alejada posible.

La profesora llegó minutos después para asignarnos una tarea, escribir un poema, así que solo me dejo llevar por mis sentimientos.

Y demonios, son muchos.

—¿Quiénes terminaron su poema?— pregunta la profesora haciendo que la mayoría de alumnos alcen sus manos.

—Bien, señorita Cooper leanos su poema.

¿Qué? No...

—¿Puedo entregarselo?— preguntó nerviosa.

—No, léalo frente a la clase.

Bufo para acomodarme en mi asiento y comenzar a leer.

—Odio la forma en que me hablas,
y la forma en que te cortas el cabello.
Odio la forma en que conduces mi coche.
Odio cuando me miras fijamente.
Odio tus estúpidas botas de combate.
Y la forma en la que lees mi mente.
Te odio tanto, que me enferma, y hasta me hace rimar.
Odio la forma en la que siempre tienes razón.
Odio cuándo mientes.
Odio cuándo me haces reír.
Peor aún cuando me haces llorar.
Odio cuando no estas cerca y el hecho de que no llamaras.
Pero sobre todo odio la forma en que no te odio.
Ni de cerca, ni un poco, ni siquiera en absoluto.

Las lágrimas amenazan con salir, volteó al sentir una mirada sobre mi, esos ojos azules me miran con tristeza, cómo si me pidiera disculpas.

La profesora sonríe y me felicita por el trabajo que hice.

Oh gracias, para escribir así solo debés llorar por una semana de corrido.

No aguantó estar cerca de el luego de expresarme de tal manera frente a todos, así que le digo a la profesora que necesito salir porque me falta de aire.

Camino hacia el campo de football, los pasillos de la escuela estaban vacíos y las afueras llenas de nieve, una vez fuera el frío golpea mis brazos descubiertos.

Olvidé mi abrigo en el salón.

Respiro hondo para ver la nieve caer sobre el campo de football, mientras me abrazo a mi misma siento que algo cálido se posa sobre mis hombros, volteo y me encuentro con la persona que más necesito pero que no quiero ver en este momento.

Jughead.

Se posiciona a mi lado pero no me mira, su mirada esta sobre las gradas vacias y blancas.

—Ya es costumbre esta situación, tú sales desabrigada y yo llego para ponerte un abrigo.

Trato de olvidarlo, de no decirlo.

—Cómo en la fiesta, cuando me quede sin aire y... no había nadie.

Pero lo dije.

—Lo siento.— murmura haciendo que gire mi cabeza para poder observar esos ojos celestes que reflejan tristeza.