Extra 1

2.1K 124 18
                                    


Betty Cooper

—Agh, no tolero a Stacy.— me quejé de una compañera que asistía a la misma clase que yo.

Donna suelta una risa mientras que siento unos brazos rodean mi cintura, al voltear observo a Jughead y a Brett, a diferencia de que el abrazaba a su novia.

—Chicas... dentro de una horas iremos a una pequeña reunión y queríamos saber si ustedes irían con nosotros.— finaliza el rubio con una sonrisa esperando nuestra respuesta.

Sin soltarnos de los abrazos compartimos miradas antes de responder.

—Tal vez.— me encojo de hombros recibiendo una mala mirada por parte de mi amiga.

—Iremos.— sentencia Donna.

Estaba en mi tercer año de la universidad mientras que Donna y Brett estaban en el último; ellos estaban en una relación y nos hicimos buenos amigos.

—Bien,— suspiré —iremos con ustedes.

—Debo entregar un trabajo al señor Philips, ¿Los veo después?— pregunta Brett, nosotros asentimos mientras lo vemos caminar junto a Donna.

Jug toma suavemente mi rostro entre sus manos obligándome a mirarlo, una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios y ambas cejas se elevan.

—¿Segura que quieres ir? Si no quieres puedo ir solo, o me quedo aquí contigo. ¿Quieres que salgamos solos?

Suelto una risa  antes de mirarlo con ternura. Cambiaría sus planes para que yo me sintiera cómoda, e incluso me invitaría a una cita.

—No es necesario, iré con ustedes.

—Bien, pero si sucede algo me avisas.

Asiento y alzo mi rostro en busca de sus labios, para llegar debo ponerme de puntas de pie. Jughead corta el beso con una risa pero no saca las manos de mi rostro.

—¿Qué demonios te sucede?— pregunto confundida.

—¿Tienes que ponerte de puntas de pie para besarme?— pregunta con diversión ganándose una mala mirada de mi parte.

—No es mi culpa que seas tan alto.

—Ajá.— se limita a contestar.

Cruzo mis brazos sobre mi pecho y comienzo a caminar hacia mi habitación, los brazos de Jughead me rodean nuevamente mientras que siento su respiración en mi oreja.

—Solo bromeaba, nena, no te enfades.— murmura haciendo que deje de respirar.

Agh, lo odio.

Ignoro mis pensamientos para tomar su mano y continuar caminando.

—Eres tan bipolar...— niega levemente.

—Nadie te obligó a salir conmigo.

El eleva sus cejas sorprendido —¿Alguien despertó de mal humor?

—Si.

De reojo vi como abrió sus ojos con asombro pero lo ignoré y continuamos caminando. Llegamos a mi habitación y me senté sobre la cama masajeando mi frente, el colchón se hunde cuando Jughead se sienta detras de mi para masajear mis hombros.

—¿Muchos trabajos?

Asiento y dejo caer mi cabeza hacia tras.

A decir verdad estaba agotada, tenía tareas por entregar y evaluaciones para las cual estudiar.

Jughead depositó un suave beso en mi cuello en cuanto moví mi cabeza hacia un costado, sus brazos me rodearon y apoyo su mentón sobre mi hombro.

¿Me hablas a mi? - BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora