ᴜɴᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ

5.8K 352 147
                                    

La semana transcurrió normalmente y en cuanto llegó el viernes en la noche, todos los alumnos se preparaban para asistir a la escuela. Betty llegaba junto a Toni en el auto de Fangs, quien las llevó para que no viajen en alguna de sus motocicletas. La rubia tenía un vestido negro y corto, pegado al cuerpo, mientras que la de mechas rosas lucía un pantalón Oxford negro y un top del mismo color.

—Gracias por traernos, Fangs.—agradeció la rubia, saliendo del auto.

—Avísenme cuándo quieren que venga por ustedes.— pidió este para encender nuevamente el motor y salir del estacionamiento.

Ambas entraron al gimnasio, tras ellas se encontraban Archie acompañado por Josie, y Jughead acompañado por Veronica. Una vez dentro decidieron bailar, hasta que minutos después una pelirroja se acercó a ellas, o más bien, a Toni.

—Hola ¿Tú eres...? No recuerdo haberte visto por la escuela.

—Toni Topaz, mejor amiga de Betty— respondió —¿Tú?

—Cheryl Blossom, encantada en conocerte.— dijo con una sonrisa.

—Betty, ¿No ibas a buscar algo para beber?— preguntó Toni, quien disimuladamente, o eso creía ella, echaba a su amiga.

—Oh si, claro.

Esta se fue pero antes de alejarse demasiado dio media vuelta y le guiño un ojo a Toni. Al llegar a una de las mesas Betty sirvió en uno de los vasos limonada, antes de tomar un sorbo escuchó que alguien le hablaba.

—Luces genial.

Dijo una voz bastante familiar. Para su mala suerte, al darse vuelta vio a Jughead sonriendo.

—¿Me hablas a mi?

—¿Ves a otra persona más linda que tu?— preguntó con un tono obvio.

—Tal vez tu novia.

Contestó con una sonrisa molesta, ya cansada de tener su atención, porque era raro tener de ella.

—¿Celosa?

Preguntó divertido, causando que ella suelte un pequeña risa.

—Eso quisieras, Jones.

—Oh vamos, ¿Vas a estar toda tu vida enfadada?

—No, no pierdo mi tiempo en cosas que no me importan.

—Auch— dijo con una mano en su pecho, pero luego la extendió esperando que ella la tomara —¿Me acompañas?

Betty miro rápidamente su mano antes de volver a mirar su cara.

—No sé a donde quieres ir, ni me interesa, no puedo dejar a mi amiga sola.

—Por lo que veo tu amiga está algo ocupada coqueteando con Cheryl.

Comentó divertido ante la situación y la mala excusa de Betty.

—Igualmente no la puedo dejar sola, pero tu no sabes mucho de amistad ¿Verdad?

—Sobre eso quiero hablar ¿Podemos irnos?

Ella suspiró para darle un trago a su limonada y luego dejar el vaso sobre la mesa.

—Solo voy porqué odio esta música.

Dijo ya cansada antes de volver a soltar un suspiro para salir de la escuela. Una vez en el estacionamiento, Jughead le abrió la puerta de su auto y Betty entró, el dio la vuelta y subió del lado del conductor.

—¿A dónde me llevas?

—A mi casa.

Contestó Jughead con una sonrisa pisando el acelerador.

—Oh no, no.— negó al saber sus trucos.

—¿Por qué no?

Preguntó mirándola para después devolver su mirada a la calle.

—Porqué no quiero, solo íbamos a salir de la escuela. Además ¿Qué harás con Veronica? ¿La vas a dejar sola?

—Eres muy curiosa Cooper— dijo divertido —Ok, llegamos.— anunció pocos minutos después.

Ambos entraron en silencio y tomaron asiento en el sofá, aún así, mantenían distancia.

—Ahora si ¿Qué quieres?

Preguntó haciendo que el la mire y conteste rapidamente:

—Estar contigo.

La rubia alzó una ceja mientras lo miraba con un semblante serio.

—Como amigos— se explicó.

—Tarde, te acordaste demasiado tarde.

—Betty, se que fui un idiota, pero me haces falta. Necesito a mi pequeña rubia.

Una sonrisa triste se dibujó en sus labios por las palabras dichas. Jughead no podía descifrar su mirada, tenía enojo, tristeza, pero a la vez ternura por lo que el había dicho. Mientras que ella sentía una mezcla de emociones que no sabía cual iba a hablar primero.

—No existe "tu pequeña rubia", se fue el mismo día que dejaste mi casa para irte con Archie.

Su mirada fue dirigida hacia el tan solo para hacer comillas con sus dedos.

—Betts... de verdad lo siento, nunca quise lastimarte.

—Pero lo hiciste.

—No sabía como te sentías— se justificó.

—¿Cómo te sentirías si tu mejor amiga no se acuerda de tu cumpleaños?

—No me importaría eso.

—No, claro que no, porque yo no te importaba. Porqué me acuerde de tu cumpleaños o no, te irías con los idiotas de tus amigos.

Soltó furiosa, pero aún así, sus ojos estaban cristalizados.

—Lo siento— murmuró.

—No lo hagas.

Negó Betty para levantarse del sofá. Intentó salir de la casa, pero Jughead fue más rápido y la tomó de la muñeca para pegarla a su cuerpo. El la sostenía de la cintura mientras que ella estaba petrificada.

—No sabes lo mucho que esperé esto.

Confesó Jughead en un murmuro antes de besarla, y aunque una parte de ella no quería eso, se permitió corresponder el beso. Fue un beso lento, dulce y con amor. Segundos después se separaron por falta de aire.

—Esto está mal— murmuró sobre los labios del pelinegro.

—Y esa es la mejor parte, nena— susurró para volver a besarla.

¿Me hablas a mi? - BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora