¿Me hablas a mi? - Bughead

Extra 2

Betty Cooper

La luz del sol se colaba por la ventana obligándome a despertar, al abrir los ojos mi cabeza comenzó a doler demasiado fuerte. Las ganas de vomitar hicieron que me levantara de la cama y corriera hacia el baño.

Oh, no es lo piensan, no estoy embarazada. La última vez que hablamos de tener hijos fue a los diecisiete, no me malinterpreten, me encantaría ser madre. La causa de mis náuseas es el alcohol; ayer fue mi despedida de soltera por lo que Cheryl me dio algunos tragos demás.

En el baño me senté en el suelo frente al retrete. Unas manos sostienen mi cabello mientras que yo expulsó todo en el retrete.

—¿Alguien volvió ebria?--— pregunta su voz ronca y divertida.

Al ponerme de pie suelta mi cabello para que pueda lavar mis dientes.

—Tú también llegaste ebrio.— me justifico haciendo que el suelte una risa.

—Ni siquiera estabas cuando llegué.

Lo miré confundida por unos segundos hasta recordar lo sucedido, el estaba en lo correcto, llegué al amanecer y el ya estaba durmiendo.

—Seguro estaba por mi trago número cien.— aseguré.

—Caeras en un coma alcohólico.— dijo divertido.

Lo miré ingenua antes de reír —Por favor, el último año de la universidad te embriagaste jugando "Verdad o reto" y cuando se te pasó te fuiste a un bar.

Claramente yo iba junto a el, alguien tenía que cuidarlo y estoy segura de que Brett no era el ideal, incluso el estaba más ebrio. Recuerdo que Jughead me preguntó si tenía novio, de nuevo, pero esta vez comenzó a llorar en cuanto dije que si, Brett también se lo preguntó a Donna Siempre que tenemos oportunidad los molestamos con esa anécdota de cuando intentaron coquetear con nosotras.

—En mi defensa me arrastraron a ese bar.

—Claro.— dije con ironía mientras cepillaba mi cabello.

—Tienes que ir a casa de Toni ¿No?

—En un rato. ¿Desayunamos juntos?

El asiente y sale del baño, confirmo que fue hacia la cocina al escuchar ruidos provenientes de allí. Vuelvo a mi habitación para tomar una camiseta de Jug, camino hacia la cocina y me siento sobre la mesada mirando a mi prometido cocinar.

—Este será nuestro último desayuno como novios, mañana ya será como esposos.— formé un puchero con mis labios haciendo que el me miré con ternura.

Estaba nerviosa, quería que todo salga bien, pero la felicidad le ganaba a los nervios. Me casaré con el amor de mi vida dentro de unas horas.

Jughead pone sus manos en mis muslos y deposita un beso sobre mis labios —Oficialmente serás una Jones.— me recuerda con una sonrisa.

Cambio mi tono de voz a uno más infantil y vuelvo a besarlo. —Oficialmente seré una Jones.

En el desayuno hablamos de los últimos preparativos para esta tarde hasta que llegaron los amigos de Jug. Luego de despedirme fui a casa de Cheryl y Toni, donde me esperaban junto a mi madre, Gladys, Jellybean, Donna y Polly.
En cuanto me abren la puerta observo que no estan solo ellas, si no que hay dos chicas que no conozco.

—Cariño, ellas son Ellena y Daisy. Se encargaran del maquillaje y los peinados.— me explica mamá al ver mi confusión, asiento y comienzo a saludar a todas las presentes.

—¿Cómo amaneciste?— pregunta Cheryl con diversión.

La miro de mala gana mientras que una de las chicas me ayuda a colocarme una bata de seda celeste —Vomitando.