¿Me hablas a mi? - Bughead

ꜰᴇʟɪᴢ ᴄᴜᴍᴘʟᴇᴀÑᴏꜱ

Betty Cooper

Rayos de luz invaden la habitación obligandome a que abra mis ojos. Miro la hora en mi celular, son las 8am, no dormí mucho pero debía levantarme.

Cuando logré que Jughead me soltara, me vestí y recogí mi cabello en un moño desordenado. Luego fui hacia el pueblo que se encontraba a pocos minutos de la cabaña, allí compré un pastel, donas y velas. Cocinaría pero la repostería no es lo mio.

Al llegar a la casa ya son las 9am, así que preparo dos tazas de café y las dejo sobre una bandeja, cerca de un plato con algunas donas. Tomo la bandeja y subo al cuarto.

Jughead seguía durmiendo. Dejé la bandeja sobre la mesa de luz para sentarme en la cama y depositar pequeños besos por su cara.

—Jug, despierta.— digo suavemente

—Que lindo es despertar así. —dice con su voz ronca. Aún sin abrir sus ojos me tomó y me dejó sobre el para abrazarme.

—Feliz cumpleaños, mi amor.— susurro antes de besarlo.

—Definitivamente, es el mejor cumpleaños.

—Recien comienza.— digo divertida —Ahora despierta que preparé el desayuno.—

Jughead bufó y se acomodó en la cama, odia que lo despierten y más si durmió poco.

—Traje donas.— sonrio y pongo la bandeja sobre su regazo.

—Tú si sabes cómo ponerme de buen humor.— afirmó antes de meter una dona en su boca —Esta delicioso.— dijo con sus ojos cerrados.

Solté una carcajada. En verdad fue fácil ponerlo de buen humor.

—Es obvio que no las hice yo, pero si me desperté temprano para ir a comprarlas.

Un celular comienza a sonar, era el de Jughead.

—Es mamá.— me avisa antes de contestar.

—¡Feliz cumpleaños, mi niño!— chilla Gladys.

—Feliz cumpleaños, idiota.— JB es un amor, aunque Jug diga lo contrario.

—Gracias mamá, gracias mocosa.

—¿Dónde está Betty?—pregunta mi suegra, aún es raro llamarla así.

Me acerco a Jughead para aparecer en cámara —Aquí estoy. Hola chicas.

—¡Betty! ¿Cómo la están pasando?

—Genial, incluso me trajo donas.— responde mi novio, quien tiene la boca llena.

—Tienes derecho a pegarle.— bromea JB
.
—¡Jellybean!— se queja su madre
—Igualmente tienes derecho, yo no le enseñé esos modales.— niega levemente.

—¿Por qué hablan con ella? Es mi cumpleaños.— reclama Jug.

—Porqué la queremos más a ella.

—Que agradable eres, mamá.

—Es la verdad, te hablamos solo porque eres novio de Betty.— agrega Jelly.

—Seguiremos desayunando, las llamo más tarde. Las amo.