Sheffield, Reino Unido
3 de septiembre de 2010
En unos meses Harry cumplía 18 años y quería celebrarlo con su madre y con nadie más. ¿Igual quien podría ir? si no le agradaba nadie de su instituto y tampoco quería socializar.
Además le tiene odio a la idea de que puede ser el centro de atención.
Le surgen ideas en la cabeza sobre cómo podría "festejarlo", pero una voz femenina esfuma sus ideas rápidamente.
—¡Harry despierta!—la mujer dice repetidas veces como si estuviera dormido.
—¿Hace falta despertarme tan temprano mamá?
—Bueno como quieras, solo pensé que querías llegar a tiempo en ¡tu primer día de clases!—dice Anne mirando el reloj cada dos por tres.
Mierda.
Harry escucha las palabras de su madre y salta de su litera rápidamente. Se pone su uniforme, toma su mochila, se pone un poco de perfume y sale de su casa casi a piques, todo despeinado.Ya estaba en el instituto. casi llegaba tarde, pero por suerte no sucedió.
Fue un día normal como cualquier otro día. Harry intentando pasar desapercibido, yendo de clase en clase sin hablar con absolutamente nadie.
Terminan las clases, y se dirige regreso a casa.
Ya a unos pasos de esta, logra ver una ambulancia y unas patrullas en la puerta de esta. Harry se alarma demasiado, ya que le parecía extraño y corre lo suficiente para llegar hasta allí. Se escuchaban las voces de unos médicos hablando con los policías y lo que parecía ser ¿un cuerpo? dentro de una gran bolsa color oscuro.
—¿Indicios de suicidio?— preguntaba un policía con un bolígrafo y un borrador en mano.
—Definitivamente señor— responde uno de los médicos que se situaba al lado de esta peculiar bolsa.
Mientras los policías seguían haciendole preguntas a los médicos presentes, una voz de adolecente preocupado rompe la conversación.
—¿¡Que hacen en mi casa, y en donde está mi madre!?—Harry se descontrola, sus sentidos se descolocan totalmente con una mezcla de emociones inexplicables.
—¿Joven, usted vive aquí?— pregunta uno de los médicos, con un intento voz tranquilizadora.
Definitivamente no me tranquilizó.
—Si y quiero ver a Anne...Anne Twist—dice el joven intentando calmarse.
El silencio después de esa pregunta fue inexplicable.
Sin embargo, tan solo pasaron unos minutos, para que alguien rompa todo esa tensión.
—Lo sentimos mucho—dice un médico sin poder decir otra frase.
Harry no entiende nada de lo que está pasando, su mente está en blanco. Una idea demasiado perturbadora cruza por su mente. Mira de reojo la bolsa con forma de cuerpo humano.
—¿Q-que hay en esa c-cosa?
Ninguno responde. Solo miran al suelo con tristeza.
A pesar de eso, uno se atreve, se acerca y abraza a Harry mientras susurra.—ella...ella ya no está con nosotros...tu madre—
Queda paralizado viendo caer una pequeña lágrima del señor que estaba apretándolo con fuerza.
Lo peor es que era de lo más falsa, que le importa a un médico la muerte de alguien que ni siquiera conoce.Harry quiere desaparecer y nunca volver, él siente ganas de morir.
Prefería que se lo lleven a él en vez de a...Su madre, lo único que le quedaba, se había ido, y no sabía ni siquiera el porque.
Esto no puede estar pasando, no ahora, no a mí.Harry deja caer sus lágrimas mientras el médico lo abraza, cuando un policía entra a la escena.
—Hay una carta.
—¿Q-que?¿Carta?— Harry pregunta entre lloriqueos.
El policía la confisca inmediatamente y le dice al joven Harry que la carta explicaba explícitamente que no podía leerla hasta cumplir los 18, y que mientras tanto quedaba a cargo de Johannah (también hasta que cumpla la mayoría de edad).
Harry está muriendo por dentro, estaba casi convencido de que era un sueño, y más, el que iría a vivir con la mejor amiga de su madre y su hijo homofóbico.
Louis.
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Withered roses
RomanceTras el suicidio de Anne Twist, su hijo (Harry), queda al cuidado de la mejor amiga de la difunta, Johanna. Este tendrá que permanecer al cuidado de la mujer y al mismo tiempo tratar de convivir con el hijo homofóbico de esta, Louis. Harry tiene la...