©Capítulo Diecisés: "𝙸𝚗𝚏𝚒𝚗𝚒𝚝𝚢".

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𝙿𝙾𝚅' 𝙷𝚎𝚕𝚎𝚗𝚊.


—¡Qué lo cumplas feliz, qué los cumplas feliz, que los cumplas Helena, qué los cumplas feliz! — cantó Catalina mientras se tiraba encima mío.

Me quejé al recibir su peso arriba de mi delicado cuerpo, bruscamente.

—¡Bueno, perdón che! — se quejó ella y reímos al mismo tiempo. Salió encima de mí y me acomodé mejor en mi cama, viéndola — Felices dieciocho, Lenna. — me sonrió.

Le sonreí.

—Primera, felicidades.

Frunció el ceño.

—¿Cómo? — preguntó, confundida.

—Que sos la primera en saludarme por mi cumpleaños, ni mis viejos lo hicieron todavía. Felicidades por eso. — le respondí, abriendo las sábanas y saliendo de mi cama.

—¿Ni Mateo aún? — cuestionó.

Reí.

—Bueno, me saludó por mensaje pero no es lo mismo — la señalé.

Rió conmigo.

—Como se nota que te tiene enamorada ese pibe, eh. — cabeceó.

La miré mal.

—Mentira.

Volvió a reírse más fuerte.

—¡Ay, por dios, Lenna! — soltó una carcajada —. Te tiene re feliz, supongo que es bueno en la cama y... — la maté con la mirada — ¡Okey, bueno, perdón! — se retractó — Pero dale, Len... Mateo siempre te movió el piso, y ahora más. Se nota que están enamorados. — formó un corazón con sus manos, tierna.

Rodé los ojos.

—Como digas... — me acerqué al baño, pero me giré sobre mis talones y la miré con rareza — ¿Y vos cómo entraste a mi casa? — le cuestioné.

Ella sonrió ampliamente.

—Un mago no revela sus secretos — respondió acostándose en la cama, haciéndose una top modelito.

—¿Fue Camilo verdad? — le arqueé una ceja.

Se enserió.

—Wow, en poco tiempo te enseñó varias cosas ese chico... Se nota que te mueve el piso también, digo. — me hice la otra y me metí al baño, pero ella me interrumpió el paso.

—¡Hey, esperá! — me detuvo —. Tomá, feliz cumple — me entregó una bolsa y la acepté mientras la abría; era un conjunto de lencería. Rápidamente cerré la bolsa y la miré sorprendida. Mi mejor amiga rió con fuerza al ver mi cara —. Espero que lo estrenes pronto, Len. Y ya sabés con quién, bebecita. — me guiñó el ojo.

[...]


"salí, ya estoy afuera, nena".

Mateo 🖤, 9:32pm.


Sonreí al ver su mensaje y me levanté de un salto de la cama. Me coloqué enfrente del espejo de mi habitación, y me fijé por décima vez el vestido tubo; negro que llevaba puesto, y todo estaba en orden. Acomodé mi cabello y tomé mi bolso rápidamente.

Salí de mi pieza con emoción y bajé las escaleras con velocidad. Me acerqué a la puerta principal y la abrí, entusiasmada. Me encontré con un pelinegro demasiado sexy por cómo estaba vestido; recostado en su bella moto, y le sonreí. Me acerqué hacia él, moviendo mis caderas después de haber cerrado la puerta y a los segundos quedé enfrente suyo.

𝑨𝑻𝑹𝑬𝑽𝑰𝑫𝑶 ✓ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora