𝙿𝙾𝚅' 𝙷𝚎𝚕𝚎𝚗𝚊.
Pasaron dos días después de estar con Mateo, fue muy loco. Literalmente, fue volver a nuestra niñez otra vez. Es increíble cómo me hace sentir cosquilleos por todo mi cuerpo en una simple mirada o sonrisa. Aunque lo niegue a muerte, siempre estuve enamorada de Mateo, desde la primera vez que lo ví. Y cuando recientemente entramos en la adolescencia me volví loca, ahí pude sacar mis propias conclusiones de el porqué mis nervios ante él o sentir mariposas; me dí cuenta que estaba completamente enamorada, no lo podía evitar aunque quisiera y eso me había causado demasiada frustración.
En fin, después de todo el enchastre que hicimos entre Mateo y yo ayer estuvimos como una hora limpiando la cocina por toda la comida desperdiciada que tiramos.
Sonreí para mí misma. Me encontraba en clases, mientras pensaba en eso y no pude evitar reír. Rápidamente Catalina me miró con rareza y desvié mi mirada hacia ella. Me enserié. Aún estaba enojada con esta por haberme dejado sola en el boliche estando borracha.
—¿De qué te reís? — me preguntó.
La ignoré. Ella suspiró frustrada mirando al frente y luego me volvió a mirar tristemente.
—Perdón, sé qué hice mal en dejarte sola allá. Pero me hiciste enojar por lo que me dijiste y bueno, actué mal. ¿Me perdonás? — se disculpó.
Suspiré, no puedo estar tanto tiempo enojada con ella. La miré y le sonreí, asintiendo con la cabeza. Catalina me sonrió con felicidad y me abrazó. Le seguí el abrazo y a los segundos nos separamos.
—¿Y con quién te fuiste?
—Mateo me encontró ahí y me sacó del lugar a lo loco. — le respondí con un poco de bronca al recordarlo.
Esta se sorprendió.
—¿Palacios? ¿Es joda, no? ¿Qué onda con él, Lenna? ¿Se gustan? Hablá.— me empezó a hacer un interrogatorio.
Bufé.
—No, nada, simplemente me llevó a casa y no pasó nada más.— le mentí en la gran mayoría. Ella se rió e hizo una mueca. No me dijo nada y siguió haciendo la tarea, incrédula.
Bueno, al menos no me va a preguntar más.
[...]
Estábamos en el receso. Me encontraba charlando con Catalina hasta que vi como se me acercó Max, con agresividad y rapidez. Me asustó su acercamiento violento hacia mí y retrocedí un par de pasos, pero igualmente logró atrapar mi codo izquierdo. Me quedé quieta en mi lugar, asustada y él me miró.
Dios, ¿qué le pasó?
—Max, ¿qué sucede? — no sé cómo logré que las palabras salieran de mi boca sin trabarme por los nervios.
Catalina se metió entre nosotros.
—Eu, déjala, flaco.
Max la miró mal.
—Vos no te metás, tengo que hablar con ella urgentemente. Vamos. — me ordenó y me llevó a otro lugar. Caminamos por el pasillo hasta un salón vacío y me metió en este.
Cerró la puerta detrás suyo y se giró sobre sus talones, viéndome fijamente. Tragué seco, no me gusta estar a solas con él. Este se me acercó, y mientras hacía eso, levantó su remera hasta su pecho mostrándome sus abdominales y sus... ¿Moretones?
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𝑨𝑻𝑹𝑬𝑽𝑰𝑫𝑶 ✓ ©
Roman pour AdolescentsM || La traje a 𝓛𝓪 𝓑𝓸𝓬𝓪 y se quedó conmigo, quedó enamorada de un wacho 𝙖𝙩𝙧𝙚𝙫𝙞𝙙𝙤. Donde Hᴇʟᴇɴᴀ se mete en una ᴘᴀɴᴅɪʟʟᴀ de un wacho 𝙖𝙩𝙧𝙚𝙫𝙞𝙙𝙤 de 𝓛𝓪 𝓑𝓸𝓬𝓪 y las cosas se descontrolan entre sí [...] Actualizaciones: Viernes. ...