©Capítulo Catorce: "𝚕𝚘𝚟𝚎".

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𝙿𝙾𝚅' 𝙷𝚎𝚕𝚎𝚗𝚊.


[...]


—¿Qué querés ser de grande, Teo? — chillé de emoción, dándole la espada de juguete en su mano.

Se levantó y elevó su espada lo más alto que pudo a su pequeña edad... Me sonrió, y aclaró su voz, para preparar su "discurso" de príncipe.

—Ser el chico que robe tus sueños encantados. Y te prometo que nadie se meterá con vos, te cuidaré siempre...— abrazó mi cintura y yo alrededor de su cuello, empezando a bailar el vals como unos loquitos.

—Teo, ¿me prometés no irte jamás de mi lado? — le cuestioné.

—Nunca me voy a ir de tu lado, viviré para siempre...— me hizo cosquillas.


[...]


Lentamente abrí mis ojos y escuché un pitido de una máquina al lado mío. Sentí todo mi cuerpo doler. Me miré de arriba abajo y no entendí nada, desvié la mirada hacia la persona que se encontraba al lado mío y era Mateo.

Estaba de brazos cruzados, apoyados en la camilla, mientras que su cabeza se hallaba recostada en estos. Como pude aclaré mi voz y acaricié su brazos, llamándole la atención.

Rápidamente se sobresaltó en su lugar, asustándome y me miró con alivio en sus ojos.

—Dios, estaba recagadísimo de las patas, Lenna. ¿Por qué fuiste allá? — me empezó a interrogar, un poco molesto.

No entendía nada.

—¿Q-qué? Esperá, no entiendo nada. Me duele todo, me siento pésimo.— le respondí tocándome la cabeza, sintiendo un leve mareo.

Mateo apunto de explicarme lo ocurrido, se escuchó como alguien tocó la puerta y entró a la habitación, sin pedir permiso. Ese hombre se acercó hasta mí y me comenzó a revisar.

—¿Y Papo, cómo está? — le preguntó Mateo, levantándose del suelo, preocupado.

El médico o Papo, o no sé. Dejó de alumbrar mi ojo derecho con su linterna y lo miró con seriedad, guárdala en el bolsillo de su bata.

—Supongo que más adelante te sentirás mejor porque estuviste más de veinticuatro horas inconsciente, chica — me miró serio como regañándome y luego miró a Teo —. Y, mirá, Teo... Es la primera vez que su cuerpo recibe una gran cantidad de sobredosis de droga y acto seguido del alcohol, obviamente se mezclaron en su organismo y bueno, la hicieron mierda en pocas palabras. Pero en conclusión tuviste un coma etílico — me volvió a mirar y finalizó.

Seguía sin entender nada.

—¿Y entonces qué va a pasar?

Papo aclaró su voz y se posicionó en su lugar para continuar explicándole;

—Nada, seguiremos con el tratamiento. Básicamente, se realiza utilizando suero por vía intravenosa para hidratar el organismo, acelerar la eliminación de alcohol, recuperar la glucosa intravenosa, reponer la vitamina B1 y regularizar los niveles de electrólitos, en caso de estar alterados. Así que en un par de horas ya te podrás ir a casa, pero antes de eso te voy a recetar un par de medicamentos y tendrás que seguirlos. Y bueno, supongo que vos la vas a cuidar, ¿no? — le preguntó.

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