Capítulo 13

661 80 7
                                    

— Buenas, Gustabín. Y bien... ¿De qué quieres hablar? — el calavera caminó lentamente alrededor del rubio mientras portaba con él un arma larga, poniendo tenso a este último.

Los demás de la mafia estaban en frente de Gustabo colocados de forma ordenada, también armados y lógicamente llevando máscaras o pasamontañas.

Cogió un poco de aire antes de hablar.

— A ver... Solo voy a pediros una cosa. Antes de nada, dejad que termine de hablar y ya luego después si queréis me matáis o reconsideráis lo que os he dicho — explicó Gustabo con una voz suave.

— ¿Cómo que mata'? — preguntó Xiaomi confundido.

— ¿Por qué íbamos a querer matarte, pendejo? Eres un buen compañero — Emilio se mostró de la misma forma que Xiaomi.

— Dejad al chaval que se explique, hombre — calló Nadando a todos, para dejar que Gustabo empezara a hablar.

— Gracias por poner orden, Nadando — agradeció el jefe, volviendo su vista justo después de nuevo hacia el rubio — Adelante.

— Bf, no sé ni por donde empezar... — soltó una pequeña risa nerviosa.

— ¿Qué ta' pol el plincipio?

— Sí, sí, claro. A ver... Seré un poco directo. Soy inspector jefe del CNP y un agente del CNI — rápidamente recibió reacciones por parte de todos, abriendo los ojos todo lo que podían, a excepción del calavera, el cual se quedó inexpresivo escuchándole con atención — Y estoy llevando una operación a cabo en cuanto a esta mafia, mi objetivo es desmantelar esta organización. El cabecilla de todo esto es Conway, y participan también una tal Michelle, Freddy Trucazo o algo así, Volkov y... — se pensó varias veces si mencionar a Horacio, y decidió finalmente hacerlo — Horacio. Él y yo llevamos varios meses infiltrados, nuestra misión era sacar la máxima información que nos fuera posible y dársela a Conway. Ahora mismo la mafia está en un punto en el cual mañana mismo podría ser eliminada, así que también os digo que si me matáis tampoco es que fuerais a lograr mucho, la información ya la tienen mis otros compañeros y es más que suficiente. Pero es que yo ya no quiero colaborar con ellos. No he dejado de comer mierda, de recibir maltrato tanto psicológico como físico... Nos tratan como una mierda y no hay compañerismo por parte de nadie, ya lo habéis podido comprobar con lo del secuestro del policía alumno, en fin... Estoy harto de la policía, directamente. Estoy hasta los cojones de Conway. Y en esta mafia me tratáis todos de puta madre, esto sí que es una familia, se agradecen las cosas y se felicita el trabajo, te pagan una cantidad de dinero merecida... No como allí. Entonces lo que he pensado ha sido unirme a vosotros definitiva y oficialmente. Os puedo servir de ayuda, puedo conseguir cualquier tipo de información, la que necesitéis —sus caras se iluminaron rápidamente — Porque claro, nadie sabe que estoy haciendo esto, me estoy jugando literalmente la vida ahora mismo; o me matáis vosotros o me mata el CNI. Os pido que lo penséis bien antes de tomar una decisión. También puedo ayudar a rescatar a Manolo de que lo lleven a perpetua — todos se miraron entre ellos tras escuchar que Gustabo dijo el nombre verdadero de su compañero en vez de su apodo — Y sí, sé vuestros nombres reales, el de todos. Emilio, Tonet, Armando, Yun Kalahari... Lo sé todo, tengo hasta vuestras matrículas, números, todo. Entonces de verdad, reconsiderad esto que os digo... Podéis no fiaros de mí, que yo lo entiendo, hacedme más pruebas si queréis que a mí no me importa, solo quiero formar parte de verdad de la mafia y ayudaros para evitar la destrucción de esta.

Todos se quedaron en silencio, pensativos tratando de asimilar todo lo que les acababa de contar Gustabo.

— ¿De qué nos va a servir tenerte si ya estamos condenados? — preguntó Nadando.

Pogo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora