Habían pasado muchas cosas en tan poco tiempo...
La mafia les pidió a Gustabo y Horacio como última prueba que secuestraran a un policía. A ambos les surgieron muchas dudas, y en seguida se reunieron con el superintendente para planear algo y así evitar el secuestro. Pero no dieron con ninguna solución posible que evitara realizar dicho secuestro, por lo que se quedaron muchas horas buscando excusas con lógica para la mafia.
Gustabo ofreció la idea de coger y decir con sinceridad que es que ellos dos solos no podían hacer algo tan complejo, que necesitaban ayuda, armas, vehículos... Y tampoco era tan fácil hacerlo en tan solo dos horas tal como les habían pedido, así que les pediría más tiempo para organizarse.
Pero Conway descartó su idea rápidamente, no le pareció buena, sonaba como una excusa muy falsa y débil. Así que la conclusión fue que lo iban a pactar con algún policía, y hacer que casi lo lograron pero salieron perdiendo, quedaría más real.
Pero claro, todos conocemos a Gustabo. Él acaba haciendo lo que le sale de los huevos al final, y así sucedió. Fue junto con Horacio ante la mafia y su jefe el calavera, y siguió su propio plan, el mencionado previamente. Y salió demasiado bien, los de la mafia les entendieron y les ofrecieron ayudarles.
Sinceramente, Horacio estaba cagado y no pensaba que fuera a funcionar, pero se llevó una gran sorpresa al ver que sí coló. Al parecer, el calavera tenía un ligero interés por Gustabo, algo le llamaba la atención de él, así que quiso ser compasivo con ellos.
El secuestro salió estupendamente, a excepción de que tres de los suyos cayeron, o al menos no respondían por radio. Más tarde se enteraron de que dos de ellos habían sido capturados por la malla, de eso informó Brown a través de la radio del alumno secuestrado. La situación, la cual era una simple prueba, se volvió compleja.
El calavera ofreció hacer un intercambio, el alumno por sus dos compañeros. Pero Brown no dejaba de negar, lo que él quería negociar era intercambiar 1 por 1, no dejaba de repetirlo todo el rato.
Al final todo acabó con la muerte de un inocente... El alumno. Todo porque su superior no supo negociar ni valorar su vida, ni él ni sus compañeros del cuerpo, ya que los demás no dejaban de hacer escándalo por la radio, tanto ruido que hasta el pobre alumno tuvo que pedir entre temblores e hipidos "Modo charlie".
Al calavera le disgustó completamente el comportamiento del subinspector Brown, como no valoró la vida de su compañero, le sabió mal matarlo en el fondo.
Quienes peores lo pasaron fueron Gustabo y Horacio. El tener que estar ahí de pie sin poder hacer nada por ayudarlo, viéndolo llorar tan asustado... Escuchando como el calavera se esforzaba para llegar a un acuerdo y Brown no ponía de su parte, sintieron mucha impotencia, fue peor que lo de Torrente... mucho peor.
Era muy deprimente escuchar cómo el jefe de la mafia se esforzaba más que Brown.
De todas formas, el calavera les hizo saber que habían pasado la prueba y les felicitó por su trabajo.
Horacio se emborrachó aquel día. Y Gustabo no pudo dormir, pero no quiso admitirlo y trató de hacer lo mismo que con el tema de Torrente, asimilarlo para sí mismo y mostrarse ante los demás como si no le afectara, esa siempre había sido su forma de protegerse de las emociones y mantener su mente en frío, ya que nunca le han traído nada bueno.
Al día siguiente cuando Conway se enteró, habló seriamente con Brown, Gustabo y Horacio, trayendo con él a Michelle y a Volkov.
Todo resultó ser que había sido una confusión y mala comunicación. Brown solo tenía a 1 de la mafia y no a 2. Él mintió, porque dijo varias veces claramente que él tenía a 2.
En fin... Hizo una terrible negociación, y por su culpa murió un pobre alumno.
Y además, en medio de la discusión que tuvieron empezó a sacar y tirar mierda a Gustabo y Horacio así sin más de la nada.
Conway ya tuvo suficiente y acabó echando a Brown de la malla. Y después, vino una bronca para Gustabo por no haber hecho lo que acordaron.
— ¿¡Pero eres gilipollas o qué!? ¿¡Estuvimos hablando más de dos horas de lo que haríamos, quedamos en algo después de darle muchas vueltas detalladamente y al final acabas haciendo lo que te sale de los cojones!? ¿¡Yo es que hablo con una puta pared o qué!? ¿¡Te crees que estás tú solo en la operación!? También ponías a a Horacio en peligro-
— ¿Yo? ¿¡Pero si eres tú quien se cree eso anda, no me joda!? El otro día diciendo que solo somos unos peones, como si tú te encargaras de todo. ¡Si hasta hacemos más que tú en la operación! ¿Tú te crees que es fácil infiltrarse acaso? ¿Que es tan sencillo? ¡¡Tenemos dos vidas ahora mismo, es difícil separar una de otra!! ¡Y más que se nos complica si eres un hijo de puta con nosotros! ¡No haces más que tratarnos como mierda! Dijiste que tendríamos más libertad, ¡una mierda! Si seguimos siendo unos perros cogidos por el cuello, y encima ahora nos lo echas en cara cuando te sale de los huevos. No dejamos de comer mierda nunca, estoy ya hasta los cojones. Siempre nos dejamos la piel trabajando, nos estamos jugando el pellejo en esta puta operación y me vienes a decir a mí... Tú es que te crees que es solo seguir tus órdenes y trabajo hecho, ¿no? Veo que no eres ni medio consciente de que no es solo eso, tenemos que interactuar con los de la mafia, y nosotros decidimos ahí lo que hacemos y decimos, y con cuidado sin cagarla. He pensado que sería mejor hacer lo que dije y mira, hubiera salido de puta madre si no fuera por el imbécil de Brown, no iban a matarle. Y si hubiera salido mal qué, ¿eso a tí qué te importa? Me mataban a mí y ya está, qué más te da.
— ¿¡Ya sé que no es fácil, ya lo sé!? ¡Yo no quiero que os pase nada, anormal...! ¡¡Podría haber salido mal y claro que me importa!! — gritó a todo pulmón Conway — ¿No te das cuenta... de todos los agentes caídos? ¡Solo me preocupo por vosotros, joder! ¡Sois mis mejores agentes, y... también sois como mis hijos, me recordáis a ellos! — confesó ante la gran presión que sentía.
— Ya claro. Pues trata a "sus hijos" como una mierda — respondió irónico.
— ¿Te crees que para mí es fácil todo esto? ¿Tú sabes acaso todo lo que llevo encima? ¿Sabes la razón o por todo lo que he pasado para ser así, "un hijo de puta"?
— ¿Tú acaso te has molestado en entenderme a mí?
Conway se quedó callado, tenía razón.
— Pues no espere que yo lo haga — y Gustabo se levantó, retirándose de ahí.
Horacio estaba con la mirada baja, sentía que su corazón iba a salirse de su pecho en cualquier momento. No había hablado en todo el rato que llevaba allí, solo se había dignado a escuchar la discusión. Se atrevió a mirar a Conway, y se lo encontró con una mirada de dolor y preocupación.
— Horacio... Ve con Gustabo y ayudalo a que se calme, dile que mañana hablaremos las cosas de forma más calmada... — pidió Conway con una voz suave y apagada.
— Sí... superintendente.
Este se levantó y se retiró de la sala sin cerrar la puerta cuando salió. Intentó encontrar a Gustabo por los alrededores de comisaría, pero no le encontró por ningún sitio, por lo que sacó su teléfono y le llamó. Pero este apareció como que ya estaba hablando con alguien por llamada...
— Hola, Nadando.
— Buenas, Gustabo. ¿Qué ocurre?
— ¿Crees que podamos quedar ahora toda la mafia junta para reunirnos y hablar?
— Mmm sí, claro. ¿Por qué lo dices?
— Tengo que contaros algo importante.
— Hm, está bien. Avisaré a todos, entonces.
— Vale, perfecto. Nos vemos dentro de cinco minutos en la sede.
Estaba a punto de cometer una locura, y lo sabía.
ESTÁS LEYENDO
Pogo.
FanfictionHace años, Gustabo empezó a acudir a un psicólogo tras notar cambios repentinos en su comportamiento debido al estrés que sentía día tras día. Las terapias no le servían de nada y todo iba a peor. Gustabo empezó a despertarse en distintos sitios de...