Todos se divertían. Sus risas acompañaban el ritmo de la música, algunos bailaban y otros solo bebían y se mantenían a raya. Uno de esos últimos, era Horacio.
Estaba esperando el momento oportuno para darles la señal de ataque a su equipo, cuando estuvieran distraídos.
Sacó el móvil disimuladamente y entró al chat que tenía con Conway.
Conway, estoy en la mafia,
estoy dentro.
14:38Me hicieron una prueba
y la pasé.
14:38Vale. Buen trabajo, Horacio.
14:38Sonrió un poco a la pantalla, con una sensación de calidez inundando su pecho.
Informa. ¿Qué están haciendo
ahora y dónde?
14:39Estamos en la sede, de fiesta.
14:39¿De fiesta?
14:39Sí.
14:39Joder, qué mafia más rara, coño...
14:39¿Podemos atacar ahora mismo,
entonces?
14:39Sí, están distraídos, con la
guardia baja. No hace falta
esperar a mañana.
14:39Vale. Ten mucho cuidado, Horacio.
14:39Recuerda seguir el plan. Atrapa a
Pogo una vez estén todos abatidos,
para evitar que alguien de la mafia
intervenga. Mientras tanto retenlo
allí como puedas, y si es necesario
en algún momento, noquéalo.
14:4010-4.
14:40Sudó frío cuando sintió una mano en su hombro, rápidamente guardando el móvil. Temía haber sido pillado mensajeando a Conway. Se giró y pudo ver a Pogo tomando asiento a su lado.
Lo miró a los ojos y se sintió extraño; sentía a Gustabo tan cerca y a la vez tan lejos...
— ¿Qué haces aquí tan solo? ¿No te diviertes, no bailas?
— Hoy he tenido un día complicado, no estoy muy de humor... Estoy cansado, en todos los sentidos — comentó con una voz apagada.
— Bueno, es entendible. Pero no te atosigues tú solo, hombre. Aquí todos somos una familia y ahora perteneces a ella, puedes compartir tus problemas con nosotros, te ayudaremos. Lo mejor ahora es que desconectes de todo, ven con nosotros — le invitó, con amabilidad.
Horacio a veces dudaba seriamente si estaba hablando con Pogo o con Gustabo, hablaban prácticamente igual, pocas veces encontraba diferencia. Si no fuera porque ya lo reconoció hace horas, ahora mismo pensaría que hablaba con Gustabo.
— Una pregunta — lo detuvo cuando vió sus intenciones de levantarse e irse.
— ¿Dime, Horacio? — le escuchó, sentándose de nuevo a su lado.
— Tú... ¿Cómo apareciste? ¿Cuándo?
— Mm... Es una pregunta sin una respuesta clara, la verdad. ¿A qué te refieres exactamente?

ESTÁS LEYENDO
Pogo.
FanfictionHace años, Gustabo empezó a acudir a un psicólogo tras notar cambios repentinos en su comportamiento debido al estrés que sentía día tras día. Las terapias no le servían de nada y todo iba a peor. Gustabo empezó a despertarse en distintos sitios de...