Capítulo 3

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La habitación de Luffy estaba bastante desordenada, pero como era de esperarse, a él le dio igual. La de Sabo por otro lado, tenía muy pocas cosas fuera de lugar, sólo una chaqueta y un pantalón sobre la cama, los cuales se había cambiado al llegar.

Al salir de la pieza de Sabo, el pecoso ya había terminado de quitar al menos la mayor parte de su desorden, así que dieron un vistazo también a su espacio.

—¿Huh? Si ahora está ordenado, me pregunto cómo estaba antes.

—Oye...

Luffy comenzó a reír sonoramente, mientras que Ace los miraba con falsa molestia.

El recorrido siguió por las demás habitaciones, varias cosas seguían tal como lo recordabas, mientras que algunas cosas tenían leves cambios. Pasaron por la cocina, donde Sabo estaba con un delantal azul, con el cual ante tus ojos le hacia lucir bastante adorable. En ese momento recordaste algo.

—Oh cierto, Sabo... —Llamaste su atención—. Ya no como carne.

Los tres hermanos te miraron en silencio. Pero el primero en alterarse, gritar algo en contra y pidiendo explicaciones, fue Luffy.
Ace le siguió poco después.
Ya veías venir esta reacción de ellos, sabiendo todo lo que estos hermanos adoraban la carne.

Pero luego de unos minutos de los dos pelinegros interrogandote y gritando un poco, Sabo los calmó, entendió y explicó que hacía más carne pero que era para acompañarlo con lo que se fuesen a servir en la comida. Así que él podía hacer otra cosa para ti sin problemas.

Un tanto divertida por esta situación agradeciste al rubio y siguieron el recorrido con lo ultimo que les quedaba... El gran patio trasero. Estabas sorprendida al ver que el lugar era incluso más bonito que antes, incluso había una pequeña piscina al fondo que estaba enterrada y claramente sin agua. Pero lo que más te llamó la atención y enterneció a la vez... fue ver la casa del árbol aún allí, tal como la recordabas.

—Vaya... Así que esto sigue aquí.

—No podríamos romperla, no si los cuatro no estamos de acuerdo en hacerlo.

Mirabas a los dos hermanos, ambos con una sonrisa. Decidiste limpiar un poco con tu mano el columpio para poder sentarte en él, antes te parecía que estaba demasiado alto, pero ahora era una altura ideal. Pasabas tus manos por las cuerdas las cuales se notaba eran nuevas, hasta que viste otras manos colocarse por sobre las tuyas. Luffy estaba detrás de ti y comenzó a darte impulso por lo que te aferraste al columplio. Ace al verlos, sintió como si hubiese retrocedido en el tiempo, y tuviese frente a él la escena de cuando eran niños, y al igual que ahora, el monito te daba impulso consiguiendo que alcanzases una buena altura.

Era una sensación agradable la de el viento jugando con tu pelo, pero luego de unos minutos, pediste a Luffy que se detuviera, pues tampoco querías cansarlo. Y poco a poco, el columpio dejó de moverse.

—¿Podemos entrar? —Preguntaste observando desde abajo la construcción.

—¡Claro! Yo he intentado mantenerla durante este tiempo con ayuda de Usopp, así que debería soportarnos sin problema.

El comentario de Luffy te hizo sonreír, y con cuidado comenzaron a subir las escaleras.
Efectivamente, el lugar seguía básicamente igual a cuando lo construyeron, un poco más sucio quizá. Pero seguía todo allí, con algunas cosas que ellos debieron agregar después. Tu sonrisa pasó a ser una nostálgica, ya que los recuerdos de toda una infancia junto a los tres hermanos aparecieron en tu mente. Años de aventuras, juegos, y dulces por montón.

—¡(TN), (TN), mira! Toma esto. —Luffy, te entregó una cuerda—. Tira de ella.

Debido a la emoción que demostraba Luffy al decirlo, hiciste caso a lo que decía. Comenzando a tirar de la cuerda sin saber lo que hacía, eso si era algo nuevo. Una vez terminaste, el monito amarró la cuerda y te llevó hasta la ventana, donde te hizo mirar el techo.

Pasado pisado. (Sabo, Ace x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora