Capítulo 29

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War Of Hearts - Ruelle.

Narrando Grigory Dobrovolski

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Narrando Grigory Dobrovolski.

Acaricio de arriba hacia abajo la espalda desnuda de Rebecca, mientras duerme plácidamente encima de mi pecho.

No puedo lograr conciliar el sueño, no después de recibir aquel mensaje de Elijah. Le pregunté al muy cabrón que era tan importante como para querer hablar conmigo a altas horas de la noche y no me quiso decir.

¡Por lógica no voy a dejar botada a Rebecca!

Necesito un cigarro.

Tratando de no despertar a Rebecca, la acuesto en la cama y me aseguro de cubrirla bien con las suaves sábanas para que no pase frío en lo que estoy ausente en transmitirle de mi calor corporal.

Busco con la poca luz que proviene de la ventana mi ropa interior y mis pantalones. Al dar con las prendas, me las pongo. Rebecca se remueve en la cama, pero parece tener el sueño pesado, solo balbucea cosas poco comprensibles.

Antes de abandonar la recámara, agarro la cajetilla de cigarros con su encendedor del bolsillo de mi saco.

—Ya entiendo por qué no me quisieron recibir.

Giro rápido, enojado.

¿Qué hace aquí?

—¡¿Qué carajos haces en mi departamento?! —espeto, observando a Elijah sentando con sus brazos extendidos en el respaldo del sillón.

—Te dije que necesitaba hablar contigo.

—Vuelve entrar a mi departamento así y te juro que te vuelo la puta cabeza —paso de largo a la terraza.

De la cajetilla agarro un cigarro y lo  sostengo con los labios para poder encenderlo. Inhalo una gran porción de humo, dejando el tabaco inundar pulmones, y lo suelto en el helado ambiente que cubre en esta noche.

—¿Tú rescataste a Rebecca, cierto? —interroga posicionándose a mi lado.

—No la rescaté, la ayudé.

—Como sea. Mataste al novio...

—Ex-novio —corrijo.

—Como sea —repite bufando. Aunque para él no sean significantes estas correcciones, para mí lo son, ese cabrón no merece siquiera ser mencionado—. Hermano, el padre también está muerto.

—¿Cómo dices? —lo volteo a ver, impactado.

—Los Smith's ya no existen. Al padre lo mataron hace dos meses.

—¿Entonces explícame como mierdas están amenazándome de que le van a hacer daño a Rebecca? ¿Eh?  —gruño.

—Es algo que yo tampoco entiendo. Quizá sea uno de sus achichincles quien se quedó con el puesto y te quiere sacar dinero.

Bajo Su Sombra (2º) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora