Celos

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— Eso es lo que quieres, ¿que me den celos de él?— dijo James sonriéndome.
—Créeme que no me interesa lo que tu sientas o pienses lo único que quiero es que me dejes salir de aquí e irme con él— Dije sin dejar de mirar sus ojos.
— No te iras de aquí— dijo ya enojado— no te irás hasta que me digas lo que pasa—
— Déjame salir James o te juro que gritare, alguien tendrá que escucharme… Maldita sea James ¡DEJAME SALIR!— Dije asustada y gritando esto último.
— Grita todo lo que quieras Jade nadie te escuchara la música está muy alta, dime lo que quiero y saldrás de aquí— Se encogió de hombros y me miro, su mirada arrogante me fastidiaba por completo y el maldito dolor en la pierna no hacía más que aumentar con cada momento que seguía de pie.
— Me das asco James estas tan mal que necesitas escuchar cosas que no son reales, ¿tu buena racha termino? ¿Ya ninguna de tus putas se deja follar por ti?, ¿Necesitas recordar viejos tiempos, necesitas que alguien te diga lo que quieres?— Dije acercándome a él con mi mano en su pecho— Ok te diré lo que quieras, dime qué quieres o que necesitas escuchar—
— ¿Mis putas?, Jade recuerda que tú fuiste una de ellas o ya no lo recuerdas… también me acosté contigo. Y no, si yo quisiera iría y me metería con cualquiera de las que están allá abajo en la fiesta—
— ¿Entonces por qué me tienes encerrada aquí? Ve—dije con un movimiento de mano— Búscate a una que te soporte y que se quiera acostar con un imbécil como tú— 
— ¿No te das cuenta que ahora tu eres un reto para mí? sé que me necesitas, solo que ahora te crees muy zorra— Levante mi mano y le di una bofetada, esta vez no la pudo detener.
— ¿Crees que una ‘’Zorra’’ te golpearía así?— dije riendo— ahora déjame salir James—
James se incorporó después de la bofetada que le di toco su mejilla y sus ojos se oscurecieron ni siquiera pude asimilar su reacción porque segundos después prácticamente arrastro mi cuerpo hasta que quede pegada a la esquina de la habitación. James me acorralo poniendo su demasiado fuerte cuerpo frente al mío y por más que me movía buscando salir ni siquiera lo movía un centímetro, atrapo mis manos que empujaban –sin éxito- su pecho y las coloco justo por encima de mí, tomando mis muñecas con una sola mano, su pierna descansaba al mismo tiempo que apretaba mi pierna derecha ya lastimada, deje de moverme cuando me di cuenta de que jamás lo movería de ahí a menos que él se quitara. Me miraba enojado, furioso. Jamás lo había visto así y solo mirarlo ya estaba totalmente asustada.

—Dime qué rayos quieres oír y déjame salir de aquí James, Carlos debe estarme buscando— Dije preocupada y asustada.
—Solo dime porque estas con él Jadeline— el hecho de que dijera mi nombre completo era una prueba mas de que estaba molesto.
—Porque él me invito, yo no sabía que la fiesta era aquí si lo hubiera sabido créeme que me hubiera negado ¿de verdad crees que te quiero ver, crees que siquiera quiero estar cerca de ti?— Le dije sinceramente, mirándolo a los ojos.
— ¿Y porque no te fuiste cuando te trajo aquí?— pregunto.
— Porque no soy como tu James, no iba a dejar a Carlos así, él no se lo merece y tampoco se merece estar solo haya, déjame salir ¡YA!— grite y el apretó aún más mis muñecas y me pego más a la pared. Gruñí cuando su pierna se encajó contra la mía.
— ¿Porque lo tomaste de la mano cuando me viste?— dijo enojado.
—Eso no te importa— dije en el mismo tono que él.
— Claro que me importa— dijo apretando más mis manos.
— Me lastimas James— Dije en un quejido – suéltame— rogué.
— Dime Jadeline, ¿qué haces con él?— Dijo cada vez más enojado. Y yo ya no sabía si estaba furiosa, asustada o completamente adolorida, mucho menos sabía si James era consciente de la fuerza que estaba aplicando contra mí.
— Me gusta, ¿eso querías escuchar? El me gusta— dije y en ese momento James me soltó pero no me dejo salir de la esquina donde me acorralaba— James déjame ir con él— le rogué-
— ¿Como que Carlos te gusta? Eso no puede ser — Estaba desconcertado y yo igual por la enorme mentira que había salido de mí, pero decidí culpar al pánico que me producía toda esta situación.
— ¿Y porque no eh? Él es mejor que tú, jamás me aria lo que tu—Comencé a sentir como su cuerpo se debilitaba cada vez más mientras su agarre se hacía menos y de un empujón lo aleje de mí y me dirigí a la puerta. Salí asegurándome que nadie me viera, y me dirigí a la fiesta.
— ¿En dónde estabas linda? Te estaba buscando— Dijo preocupado, mientras yo me tapaba las muñecas, que estaban totalmente rojas y con los fuertes dedos de James marcados en ellas, una lágrima escurrió por mi mejilla, la misma que limpie rápido para que Carlos no lo notara.
—Me perdí esta casa es enorme— mentí sonriendo lo mejor que pude, un ardor recorrió desde mi pierna— ¿Carlos me quiero ir de aquí crees que me puedas llevar a casa?—
—Claro vamos por el auto— Me sonrió mientras tomaba mi mano para ir a la salida. Camine lo mejor que pude.
Salimos de la casa y al salir vi a James a lo lejos Carlos se acercó a él para despedirse yo solo lo espere dentro del auto mirándolos por el espejo retrovisor. Después de unos minutos Carlos entro al auto y nos fuimos, yo no hable durante todo el camino a casa, estuve tapando mis muñecas y moviendo el vestido hacia abajo para no revelar mi pierna completamente roja. Llegamos a mi casa y baje del auto.
— Gracias por todo Carlos la pase muy bien, estoy algo cansada, nos vemos mañana—
— Gracias a ti por ir conmigo, y si nos vemos mañana bye—
Carlos subió a su auto y se alejó yo entre a mi casa me cambie y me metí a la cama mi muñeca izquierda estaba roja pero mejorando, pero la derecha parecía estar lastimada me dolía mucho y la pierna, oh, la maldita pierna apenas y podía moverla. Aun no podía creer lo que había pasado con James.
A la mañana siguiente me levante con un terrible dolor en mi mano, la mire y tenía una gran mancha morada y dolía horrible y claro un morete teñido de un color morado verdoso cubría mi pierna aunque ya no dolía. Me arregle para la escuela y me puse una especie de pulsera para tapar el moretón que James había causado hice lo mismo que la mañana anterior y me fui a la escuela.

Al llegar vi a Melisa y a Dylan sentados en una banca me acerque y los salude. Estuvimos ahí sentados hasta el timbre Valeria jamás llego, entramos a clase y me senté con Dylan, estaba escribiendo y no podía evitar quejarme del dolor que mi muñeca estaba causando.

                                      *PDV DYLAN*

Cuando Jadeline llego se acercó a saludarnos a Melisa y a mí, estuvimos esperando a Valeria por un rato y no llego, al parecer no iría a clases. Al sonar el timbre Jadeline se sentó a mi lado como siempre, la maestra nos puso el trabajo y comenzamos a escribir escuche a mi amiga quejarse cada vez que movía su mano. Me quede mirando fijamente su mano por un rato, tenía pulseras lo que me afectaba al buscar lo que le pasaba, pero en un movimiento pude ver que su muñeca se encontraba totalmente morada.
— ¿Que tienes en la mano?— Dije tomando su mano y quitándole las pulseras, ella no quería que las quitara.
—Nada Dylan, no pasa nada— Dijo nerviosa y tomando las pulseras para que no se las quitara, pero no lo pudo evitar al quitárselas pude ver que su muñeca estaba morada
— ¿Que mierda te pasó?—
— No me paso nada Dylan estoy bien— Dijo ella con su tono lleno de duda y… miedo.
— ¿Como que nada?— Tome su mano y ella se quejó— Dime quien te hizo esto—
— Dylan no aras nada ¿ok?— Dijo rogándome con la mirada, yo solo asentí lentamente— Fue… uhhmm lo hizo James— Cuando lo dijo tuve ganas de salir del salón e ir por ese maldito, no se pudo haber metí con ella. Me conto todo lo que paso y yo me llene de coraje, le prometí no hacer nada pero mi promesa se quebrantaba cada vez que se quejaba al mover si mano, cuando comenzó el descanso me dirigí a la cafetería directamente a la mesa en la que ellos siempre se encontraban.
Al ver a ese maldito me fui contra él y Carlos me detuvo.

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Cris... 

¿Venganza o Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora