NECESITO ENCONTRARTE [En edición]

Capítulo 9

Me senté al frente de el – Comencemos.

- Okey, las preguntas que envió el profesor fueron: ¿qué es lo que planean hacer con su vida?, ¿cómo es esta actualmente? Y... ¿cómo se ven en 10 años? – alzó su mirada y la entrelazo con la mía - Dime tú primero, ¿cómo es tu vida actualmente?

- Creo que eso lo hará cada uno individualmente, ¿no?, después de todo no podemos dar mucha información por las siguientes pruebas –evadí la pregunta.

Exhalo -Bueno, te entiendo, no quieres contarme tu vida por si después me tocara rojo y a ti azul. ¿Pero sabes qué?, en la vida hay riesgos y en estos momentos decido tomarlos - cerró su cuaderno, lo puso a un costado, se recostó y me miró fijamente - Me llamo Harry Lambert, tengo diecisiete años, nací el diez de Setiembre, estoy soltero, no tengo mascotas, tengo una hermana y vivo con mis padres. Soy una persona extrovertida, me gusta los espacios abiertos, divertirme, componer música, vivir la vida sin pensar en lo que vendrá después, simplemente disfrutar el momento, ya sabes... carpe diem. – sonrió - Eso sería mi vida actualmente. Ya te dije todo, no tienes nada que perder.

Estaba intentando procesar lo que acaba de pasar – Tú no tienes miedo a que yo... - rectifiqué - ¿Qué acabas de hacer?

- Por si no lo escuchaste, acabo de decirte todo de mi – contuvo una risa.

- No puedes andar por la vida dando ese tipo de información –lo reproche.

- No estoy andando, estoy sentado – se señaló con la sonrisa permanente en los labios – Pero ya no estamos para hablar de mí, ¿Ahora me contaras algo de la tuya o debo de traer papeles judiciales para que me creas?

Suspiré pesadamente y empecé a dudar si de verdad podía confiar en él. Pero por alguna razón que hasta ahora no comprendo solo hablé.

- Okey, me llamo Alexia Velez, tengo dieciséis años, estoy soltera, soy buena en los estudios, amo los animales y me gusta escuchar música. Creo que eso sería todo.

Me analizó minuciosamente como si pensara que le estaba una broma, pero yo hablaba enserio.

- No es por ofender, pero tu vida está un poco... - se cortó a sí mismo - Lo que me refiero es que cuando crezcas les dirás a tus nietos "estudie mucho y me gusta la música"- imitó mi voz - No es que sea una mala idea, pero... - negó con la cabeza- Alexia, nos estamos jugando la vida este año y no veo que te esfuerces por hacer algo impresionante.

- ¿La vida de los demás no es igual?

- La vida de la gente aburrida es igual a la de los demás.

- Creo que no es el momento indicado para ...

- Nunca es el momento indicado – se paró – Lo que tienes pensado quedo en el pasado.

- Poético – ironicé

- Salgamos.

- ¿eh? - fruncí el ceño.

- No podemos completar el informe si no tienes nada que decir – se acomodó la chaqueta - te invito a un lugar, quizá te guste o... no, sea cual sea la expectativa será mejor que quedarse aquí.

No podía salir con un completo desconocido, no era nada cuerdo de mi parte. Yo no hacia ese tipo de cosas, yo las analizaba y luego las ejecutaba, pero este chico no me dio tiempo de hacerlo.

- No pedí permiso a mi madre – me excusé.

- Yo le llamo no te preocupes – extendió su mano en mi dirección – Para todo hay solución en esta vida, menos para la muerte.

- No sé si sea buena idea – confesé.

¿Qué le pasaba a este chico?

- Nada de lo que digo es buena idea – botó aire con una sonrisa – Hasta yo lo pienso a veces.

Silencio.

- Si dudas de mí, le mando la dirección a todos tus contactos. Si deseas les digo "cualquier cosa que pase seré el responsable" – Sonó un leve tono de diversión.

Se veía muy confiable, pero siempre había una posibilidad mala, no lo conocía.

¿Por qué estos últimos días me estaba comportando distinto?, ¿Por qué tenía ganas de hacer algo diferente?, ¿Por qué siquiera me estaba interrogando cuando era fácil y sencillo dar un NO rotundo?

- Quizá no sea mala idea.

- ¡Esa es la actitud! – me hizo un gesto de aprobación con su mano.

- Pero mejor no – Guardé el celular – No nos conocemos de nada, me podrías raptar, violar, descuartizar, entre otras cosas

Soltó una risa – Siempre hay una primera vez para todo.

- Si me muero no habrá segunda vez.

- Alexia, me estas tentando a usar medidas drásticas – alzó una ceja.

- ¿Cómo qué medidas drásticas? – dudé en hacer la pregunta.

Se acercó hasta quedar a solo unos cuantos centímetros de mí – Mejor que no sepas cuales son ... - susurró a mi oído.

No sé si lo dejé acercarse tanto porque jamás había tenido contacto con un chico, pero siendo sincera en ese instante, pensaron más mis hormonas.

Se alejó con una sonrisa victoriosa – ¿Cómo agendas a tu madre? – mostró el celular que tenía en la mano. Era mío. Me lo había robado.

Me acerqué rápidamente a quitárselo, pero al ser más alto, fue imposible.

- La tienes agendada como "mamá" – asintió – No sé por qué no me sorprende.

- ¿Tiene algo de malo? - me crucé de brazos.

- Imagina que alguien te roba tu celular y quiere extorsionarte, lo primero que haría sería llamar a la persona agendada como "mamá" – se llevó el celular al oído.

- Tiene sentido, pero es no es nada probable – me defendí.

- Un momento, silencio – puso su dedo índice entre sus labios.

- Me callas porque tengo ...

- Buenas tardes señora, habla Harry Lambert, compañero de Alexia.

- Me estas molestando – lo miré entrecerrando los ojos, pero él tenía la vista fija en el sofá.

- Estamos haciendo un proyecto y urgentemente debemos de salir al campo para llenar unos datos.

No se podía escuchar nada al otro lado de la línea.

- Aproximadamente a las siete u ocho ...

Hubo un largo silencio donde supuse que mi madre estaba que le ponía las cosas claras y resaltaba que no podía salir con un maldito desconocido.

- No se preocupe, todo estará bien. Gracias – colgó y me miró triunfante – Te cambias o ... ¿lo hago yo?

¿¡En que momento mi madre había accedido a que saliera con alguien que no fuera Avril!? ¿¡Por qué no hizo las típicas preguntas de madre protectora!?

Espera, la verdadera pregunta era... ¿Dijo que me iba a cambiar?