Capítulo 8

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Al llegar a casa me dirigí directamente a mi habitación y vi el celular. Tenía dos mensajes. Uno de Avril y otro de un número desconocido.

AVRIL: ¡ALEXIA! Debemos seguir con la conversación. Necesito que me ayudes con Louis.

¿Esta chica iba enserio?

"¿Qué pasó? Solo pasaron unos minutos y ya me estas asustando ¿algo de lo que me deba de sorprender?"

Terminé de escribir y dudé en ver el mensaje de ese número, ya que posiblemente seria Harry, pero mi curiosidad pudo más y lo abrí.

"Hola Alexia, soy el chico que futuramente te hará bromas telefónicas. ¿Me podrías dar tu dirección?"

Sentí un leve calor en las mejillas, pero lo ignoré.

Intenté escribir un mensaje conciso, por lo que me demoré aproximadamente diez minutos en pensar que sería lo adecuado.

Aunque para lo que escribí, no sé si fue buena opción pensar por tanto tiempo.

"Hola Harry, mi dirección es Jirón los Tréboles 101. Recuerda llegar temprano. Ya te agregué como contacto, no hay posibilidades de bromas telefónicas"

Suspiré cuando pulsé el botón de enviar y me recosté más aliviada, pero al instante sonó un "vip".

Cuando eché una ojeada a la pantalla era un mensaje de "no contestar", alias Harry.

NO CONTESTAR: Ahí estaré, puntual. Solo espero que me hayas agendado como manda la ley.

Sonreí por lo irónico que sería si viera su nombre.

YO: "Según las leyes tenemos libertad de pensamiento y expresión, lo que incluye... pensar y escribir un nombre para el chico que me hará muy pesadas bromas telefónicas"

Escuché el sonido de otro mensaje, pero no era de Harry.

AVRIL: ¡ME HABIA OLVIDADO!¡Mañana veo a Louis! ¿Cómo me visto? ¿me comporto normal o no muy normal?

Fruncí el ceño. ¿Desde cuándo habíamos invertido los papeles?

YO: "Tranquila, toda ira bien, no tienes un trabajo con el príncipe Nicolás de Dinamarca. Solo se tu misma y vas a encantarle"

AVRIL: ¡El príncipe Nicolás esta mejor que modelo de revista, uf! ¡Pero Louis también! Hare mi mejor esfuerzo.

¿Cómo es posible ser hermosa y tener algunas inseguridades? Avril era bellísima, tenía un cuerpo muy definido que resaltaban todas sus curvas, ojos verdes y un largo cabello castaño claro. Podría enamorar a cualquiera.

Sin embargo, yo me podía definir como todo lo contrario, no tenía el cuerpo formado, mis ojos eran negros al igual que mi cabello el cual me llegaba hasta los hombros. Sin mencionar que estaba llena de estrías, no de esas blancas que ves en imágenes, sino las moradas, aquellas que son permanentes.

Cuando estuve en tercero de secundaria empecé a subir de eso, casi llegue a pesar ciento diez kilos y mi cuerpo se arruino por completo. Y ahora que baje de peso, siguen ahí.

***

Me levanté de un saltó por el ruido de mi celular, no paraba de sonar.

Todavía entre sueños moví mi brazo derecho a la cómoda que estaba al lado y conteste.

- ¿Si? – dije con la voz ronca.

- ¡Alexia! ¡¿Dónde rayos estas?¡ - suspiró – Estaba en reunión con Louis y Verónica, cuando Louis recibe una llamada de Harry.

¡HARRY!

- ¿Y a que no sabes que le dijo? – hubo un silencio – ¡Que me diga a mí para que te llame, porque a él no le contestas ni una maldita llamada! ¡Está afuera de tu casa! ¡ábrele!

No respondí simplemente me pare de golpe, me dirigí a la entrada y abrí.

Ahí estaba Harry, recostado en la pared que estaba al lado izquierdo de la puerta con el teléfono en la oreja mirando hacia el cielo. Tardo unos segundos en percatarse hasta que volteo.

- No hice ninguna broma telefónica y ya ni me contestas el teléfono – sonrió.

- ¡Hola! Disculpa por no contestar. Ayer me dormí algo de las cinco de la tarde y ni idea porque me levante a esta hora, usualmente llego temprano a todos lados y me levanto una hora antes que llegue algún invitado o compañero a mi casa, pero no sé qué paso y ... - inhale para tomar aire –lo que quiero decir es ... Lo siento

Soltó una risa – Muchas cosas que destacar en todo lo que acabas de decir ¡¿Quién duerme a las cinco en pleno siglo veintiuno?! – bromeo – No te preocupes, uno de mis pasatiempos es quedarme afuera de la casa de una chica sin hacer nada ¡que diversión! ¡uno de mis mejores pasatiempos!

Me reí por lo último -Gracias – me alivie – Pasa – me puse a un costado y estire mi brazo señalando el interior.

Asintió, pero no entró.

- Lindo pijama, te queda bien – y después de decir eso, pasó.

No me molestaba andar con pijama por toda mi casa, así que intente tomarlo como un cumplido.

Cuando cerré la puerta y vi a Harry en el sofá me atreví a darle una mirada rápida. Llevaba un polo blanco, una chaqueta azul marino, una bufanda circular ploma y unos jeans sueltos negros.














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