Capítulo 58: Estación

729 118 45
                                    

- ¿Qué es lo que están comiendo? -preguntó Namjoon a los dos guardias, quienes casi escupen la comida al identificar la voz de su líder.

-Señor RM – uno de ellos se aclaró la garganta- Disculpe, el señor Jin todas las noches nos da estos platillos. Insiste que aceptemos, si lo considera no volveremos a hacerlo.

-Si él lo quiere está bien, no podrán convencerlo de lo contrario de todas formas. Adelante, solo mantengan los ojos abiertos.

Dijo por último Namjoon antes de empezar a caminar hacia el puesto donde se encontraba su pelinegro. Iba a paso lento, apreciando el camino lleno de gente e iluminado cálidamente por las luces. Mientras se podían escuchar conversaciones y risas. Al final del camino estaba él. Namjoon logró verlo, mientras estaba atendiendo a un par de clientes seguramente, entregándoles amablemente la carta.

Namjoon vio como la actitud de los hombres empezaba a ser hostil mientras los segundos pasaban. Solo bastó ver el gesto serio de Jin para que empezará a caminar rápido, solo bastó ver que las mesas volaron para empezar a correr.






























































[...]

































































Jin tuvo tiempo a penas de dar dos pasos y de encogerse cuando detrás de él se escucharon ruidos estrepitosos. Los dos hombres habían reaccionado mal, les golpeó en su ego inflado que los dejaran con la palabra en a la boca y peor aún que sus palabras no tuviesen ningún efecto en su nueva víctima. Se pusieron de pie tirando las mesas y sillas, uno de ellos sacó una navaja de su bolsillo y se acercó a Jin, el antebrazo del pelinegro fue tomado con fuerza y de un tirón su cuerpo fue volteado, la señora Lee que había visto las intenciones del hombre grito desesperada siendo testigo de lo que estaba a punto de suceder.

- ¡Namjoon! -gritó Jin al ser el moreno el primero que se le vino a la mente, mientras cerraba los ojos y se encogía esperando el impacto.

El alto llegó, antes de que la navaja pudiera perforar la carne de Jin. Namjoon sujetó la hoja plateada con su mano, parando la fuerza del contrario, haciendo que se abra un tajo en su palma.

Ignorando el posible dolor, le dio al hombre un golpe en la garganta, que lo hizo ahogarse y caer al suelo sujetándose el cuello.

El tercero intentó atacar, pero en lugar de un arma blanca tenía una de fuego. Sin embargo, ni siquiera llegó a sacarle el seguro, cuando fue víctima de la saña de Namjoon, quien lo desarmó sin el mayor esfuerzo, arrojando el cargador lejos por seguridad.

La gente se amontonaba, haciéndoles espacio a los que estaban dando el espectáculo. Unos animaban al moreno a que siguiera golpeándolos, llenados de resentimiento por todo lo que habían sido obligados a hacer por amenazas, otros se tapaban la boca asombrados por la brutalidad que estaban presenciando.

Los hombres del clan Kim se encargaron que nadie se acerque más de lo debido, y tampoco lo harían porque no querían salir heridos ante la masa imponente de músculos que era Namjoon.

- ¡Cómo se atrevieron a tocarlo! - decía el moreno mientras propinaba un golpe tras otro sobre el rostro del hombre - Debería terminar con ustedes para siempre – decía entre dientes, hasta que sintió como era abrazado por la espalda, iba a voltear a ir con todo contra el que buscaba retenerlo hasta que escuchó la voz de Jin.

Magic Shop - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora