Capítulo 3: Sí quiero

1.4K 191 44
                                    




-Un año atrás-

Al amanecer del día siguiente que fuimos iniciados en Magic Shop, nos sorprendió descubrir que, dentro de la casa, como la llamaban, había jerarquías entre los prostitutos, los más solicitados por los clientes recibían privilegios como joyas y ropa fina, lo que a mí me parecía una real estupidez. ¿De que les servía esa mierda, si no podían salir de aquí y solo era otro motivo para que más hombres se fijaran en ti? Idiotas.

Yo me sumergí en mis pensamientos, ignorando completamente todo lo que nos decían, no me interesaba, al final todo se resumía a que fuéramos cogidos por, al menos una docena de hombres diario, ya que estaríamos encerrados aquí todo el día. Dividieron a todos los nuevos en sus respectivos grupos y su área designada dentro de la casa. Al ingresar a los vestidores me topé con miradas que francamente no esperaba, miradas de curiosidad, vacías, arrogantes, despectivas y otras desinteresadas.

Mi grupo se sentó en la esquina y empezó a arreglarse. —Hyung...Hyung, escuchó lo que nos dijeron? Es nuestra oportunidad de escapar—Jimin hablo y yo lo mire confundido.

—Dijeron que a los grupos que son más solicitados, los ofrecen para alquiler. Para un encuentro fuera de la casa o para compañía en alguna reunión, claro que, bajo vigilancia, pero podemos usar eso para irnos de aquí hyung — Mencionó esperanzado, y hasta podría jurar que vi sus ojos brillar por un momento.

—No lo intenten por favor, dijeron que tendríamos vigilancia y yo no quiero que por un error todos seamos castigados — Habló por fin Kuan Lin, se veía serio, inexpresivo, tal vez con el paso del tiempo terminaríamos como él.

Pensándolo bien, podría ser una buena oportunidad, aunque tenia una contra muy grande — Tenemos que ser los que más ingresos generen entonces. Saben que supone eso, verdad? — Jimin asintió, el otro chico solo se mantuvo callado — Jimin tenemos que tratarlos bien, seducirlos, dejarnos manejar, que hagan lo que quieran con nosotros, hasta sus fetiches más raros  y mostrarnos interesados en que se vuelva a repetir. Es nuestra única oportunidad para irnos de aquí.

—Yo lo sé hyung­ —El rubio tragó con dificultad — yo haré lo que sea necesario, no quiero morir aquí dentro. — Algo de miedo se reflejo en su mirada, pero también la convicción. Ellos saldrían de ahí, a como diera lugar.

No podíamos esperar tanto tiempo, el ingreso que generaba nuestro grupo fue algo que sorprendió a muchos y nuestra actitud lo fue aún más , mientras más nos pedían aumentaban nuestro precio. Eso nos favorecía para que nos dejaran salir. Sin embargo, no contábamos con lo que Suho nos dijo en ese momento — Necesitan pasar por lo menos un año aquí dentro, para que los dejen salir, no importa que tan populares sean. Son ordenes de arriba, un año, no menos que eso — No menos que eso.... un año.... Yo ya no soportaba ni un día más aquí dentro y el mes aun ni siquiera terminaba.

Los susurros asquerosos en mi oído, sus manos sobre mi piel, como se venían dentro mío o en mi rostro, como me hacían chupársela y yo no hacía más que seguirles el juego, gimiendo en respuesta, pegándome mas al cuerpo contrario, pedía más, cuando lo único que deseaba es morir en ese mismo instante.

Lo hablé con Jimin, estuvo de acuerdo conmigo. En un plan desesperado guiado por la sed de libertad, nos arriesgamos tontamente a escapar. Escogimos la noche, era menos arriesgado, durante el día no había mucha gente y sería raro vernos caminar por la casa. La noche sería más factible, llegaba la gente y entre cambio podíamos desaparecer un par de minutos, que tendrían que ser los necesarios para nosotros de escapar.

Un plan apresurado, sin mucho análisis y cuando se llevó a cabo, sorprendentemente efectivo. Ya estábamos fuera, atravesando la salida trasera de la casa. Ninguno de los dos lo podía creer, hasta que apareció un guardia alto y corpulento frente a nosotros ,y justo detrás de él, Kuan Lin — Le dije que planeaban escaparse señor, pero yo no tengo nada que ver y mucho menos tenía las mismas intenciones. — El guardia lo despidió y el regresó dentro. A nosotros nos llevo a una de las habitaciones en las que solo había colchones en el piso cubiertos por una sabana a penas.

Magic Shop - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora