Tu Amor Es Mi Redención *Emiliaco* (Adaptación)

Capítulo 30

— Él es el cabeza de toda esta basura, él fue quien planeo el secuestro, quien te quería prostituir. — hablaba sofocado, sabía el daño que le estaba causando y le dolía hacerlo.

Joaquín por su parte no podía creer lo que sus oídos escuchaban. Cuando creyó que por fin había encontrado a alguien con quien podría ser feliz ¿Resulta que era él, el causante de todo su dolor?

— ¿Qué dices? — preguntó incrédulo, con voz apenas audible. — ¡Mientes! él no puede ser ese monstruo que dices. — se le doblaron las piernas y cayó sentado en la cama.

— Sé lo mucho que te duele escuchar lo que te digo, pero es la verdad. Él, es el hombre X que buscábamos, la pieza final a este rompecabezas. Ahora es cuando viene lo difícil, sabemos quién es, pero faltan las pruebas que lo inculpan...

— Debe de a ver un error ¿Qué necesidad tenía de acercarse a mí? ¿De enamorarme? ¿Cuándo podía darme un tiro o secuestrarme él mismo?

Se negaba a creerlo ¡él no! Sentía que sus pulmones le fallaban ¡maldita sea! ¿Cuándo terminaría está tortura? ¿Esa sensación nuevamente de impotencia y dolor? ¿Acaso no podría vivir una vida normal y enamorarse de un hombre que no tuviera nada que ver con toda esa basura?

— Parece que al ver que el tiempo pasaba y su gente no podían hacer nada, decidió que sería él personalmente quien recuperaría la información que inculpaba a su padre del fraude.

Se levanto sin decir palabra alguna y se dirigió a la puerta de su recámara, decidido a salir. Sergio lo tomó por la cintura, deteniéndolo.

— ¿A dónde crees que vas?

— Necesito hablar con él, debe ser un error...podría dudar del mundo entero ¡pero no de él!

Cómo podría hacerlo si era un hombre sencillo, nada complicado. Era tan fácil complacerlo, sonreír, a su lado todo era tranquilidad y ahora resultaba ¿Qué era el causante de la pesadilla en la que vivía? ¿Qué por él murió el amor de su vida...?

— No lo es, mis hombres lo han investigado muy bien y tengo informantes que lo apuntan a él. Además, éstas mal si crees que voy a permitir que estés con él a solas, no pondré tú vida en peligro.

— ¡Por Dios Sergio! he pasado mis últimos meses en sus brazos ¿Qué me podría hacer que no me haya hecho ya? — era tanta su rabia, se sentía usado, defraudado. — No puedo creer que sea tan ruin, no pudo fingir amarme todos estos meses.

— Tal parece que no lo hace, según mi informante se enamoró de ti desde el primer momento que te vio...llevaba meses siguiéndote, decidido a sacarte del cuadro si fuera necesario, pero no contaba con que se enamoraría. Fue por eso que tomó la decisión de acercase a ti y tratar de obtener lo que buscaba sin que tu supieras su identidad... Quiero que te mantengas alejado de él ¡por favor! si se entera que estas al tanto de la verdad, sería muy peligroso. Todo está por salir a la luz y no quiero que estés con él cuando suceda.

Joaquín sentía que reventaba de rabia ¿Cómo podía ser tan estúpido, tan ingenuo al creer en él?

Era el mejor de los actores, siempre lo hacía sentir tranquilo, le ayudaba a olvidar un poco el infierno que vivió y le daba esperanza en el futuro. Le prometía una vida feliz, llena de amor al lado de su pequeño Ángel.

¡Mierda! Por querer olvidar puso en peligro la vida de su pequeño. Su hijo siempre sería lo más importante del mundo y había permitido que el desgraciado lo tratara como suyo. Necesitaba alejarlo de ahí, debía mandarlo al extranjero y acabar con él, de una maldita vez.

— ¡Ni lo pienses! ahora es cuando más cerca estaré, haré lo que tenga que hacer, pero seré yo el que acabe con él. ¡Me usó, hizo que lo quisiera y todo era mentira!. Permití que mi hijo conviviera con él, con la persona que juró acabar con su vida. Cada una de esas notas que llegan a casa me hacen temblar de miedo. Solo de imaginar que se atrevan a hacerle daño...aaagh.