Capítulo 28

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¿Murió? ¡No! eso no era verdad ¡Él lo sentía! Aunque fuera lejos, lo podía sentir.

— Joaquín, cuando lo nombraste me di cuenta que era él, por eso no te dije nada. Estas mal y necesitas ponerte fuerte para tu bebé y una noticia así... — esas palabras en vez de tranquilizarlo lo encendían más. Sin poder controlarse se le abalanzo a Sergio encima, dándole bofetada tras bofetada. Era imposible tranquilizarlo, estaba completamente desquiciado.

— ¡Tranquilízate por favor! ¡Te puedes lastimar!

— ¡Cállate! ¡Cállate! No digas estupideces ¿Me acabas de decir que mataste a Rudo y ahora quieres que me tranquilice? Te dije...te pedí... que volvieras con papá ¿Por qué tuviste que ir a buscarme? ¡Él estuviera vivo en este momento!

Estaba completamente histérico, fuera de control. Como pudo, Sergio le agarro las manos y las detuvo con fuerzas.

— ¡Pero tu estarías muerto! — gritó en su cara. Lo observo unos segundo a los ojos, podía ver su dolor, sabía él nunca lo dejaría en peligro. Lo hizo por ayudarlo, no le importaba morir él mismo, siempre y cuando él estuviera bien, siempre fue así y esa no sería la excepción.

Sin poder contenerse más lo abrazo con gran fuerza y lloró en su hombro. Sus padres sabían que él era el único que lo podía controlar, su amor era más fuerte que cualquier lazo sanguíneo. Existía una conexión inexplicable he inquebrantable que solo ellos entendían.

— ¡Te odio! — dijo entre sollozos, pero sin aflojar el abrazo.

— Lo sé. — respondió.

Sergio, al igual que Joaquín en ese momento lloraba. Era muy difícil que lo hiciera, pero podía sentir su sufrimiento y el saber que él fue el causante, lo quebraba.

— Me acabas de matar junto a él, mejor me hubieras dado ese balazo en la cabeza a mí. Hubiera sido mejor a tener que vivir con este dolor... mi hijo crecerá sin su otro padre.

— Yo seré su padre, te juro seré el mejor del mundo, le daré mi apellido...

— Necesito ir a mi habitación. — lo cortó.

Ni siquiera sabía el nombre de él y ahora su mejor amigo le ofrecía darle el apellido a su hijo.

Quería estar solo, llorar al amor, aunque solo fue muy corto el tiempo que disfruto a su lado, fue el mejor del mundo y viviría de ese recuerdo.

Lo amaba, lo amaba más de lo que llego a imaginar. Se había convertido en parte de su existencia y aunque trataba de seguir adelante, no había día que no se preguntara una y otra vez lo inevitable ¿por qué?

Pensamiento de Joaquín

¿Por qué me duele tanto vivir sin él? ¿Por qué se tuvo que convertir en parte de mi ser? Apenas unos meses atrás no tenía idea de su existencia. Sin embargo ahora mi vida no tiene sentido si no estoy con él, si no respiro el aroma de su piel. ¿Por qué regresaste a la choza? ¿Por qué me tuviste que dejar?

******

La vida sigue su curso, la gente ríe, los niños juegan, pero para la persona que ha perdido al amor todo es monótono, sin sentido y duele vivir día a día con ese sentimiento de soledad.

El sol no calienta y su brillo no da felicidad, los días son grises, incluso respirar se convierte en una acción difícil de ejecutar, el mismo oxígeno quema por dentro.

Así eran los días de Joaquín, grises, fríos, su hijo era el único rayito de sol que se veía salir por el horizonte, ver crecer su barriga era lo único que lo ayudaba a seguir adelante.

Tu Amor Es Mi Redención *Emiliaco* (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora